La distribución por tamaños empresariales muestra una creciente concentración de este sector, en el que ya hay un 13% de grandes empresas. Esta evolución convive con un segmento de microempresas, el 53% del total, que responde en gran medida al modelo de negocio tradicional de esta industria, donde el fabricante local estaba cerca de su principal ingrediente para no tener que transportarlo: las fuentes naturales de agua. No obstante, entre estas microempresas hay también muchas de reciente creación. Un tercio ha sido fundado después de la crisis, una muestra de que el emprendimiento también tiene cabida en un sector que trata de leer los cambios de hábitos hacia bebidas cada vez más saludables.
Esta convivencia de diversos modelos y tamaños explica, en gran medida, los riesgos de impago que se observan en el sector: el 22% de los fabricantes de refrescos están en riesgo elevado de incumplir sus pagos. Si tenemos en cuenta sólo a las grandes y medianas empresas del sector, esta bolsa se reduce al 4% de las empresas. Cataluña es la Comunidad Autónoma con más fabricantes de bebidas refrescantes, un 17% del total, seguida de Andalucía (11%), la Comunidad Valenciana (10%) y Galicia (8%).