“Tenemos un gran banco en Polonia con la mejor plataforma de banca móvil del país. En los últimos años, Polonia ha destacado como una de las economías de mayor crecimiento de Europa y creemos que tenemos potencial para continuar creciendo en el país. Esta adquisición refuerza nuestra posición en segmentos de negocio importantes, como banca privada y pymes, y nos permite, además, seguir generando rentabilidad para nuestros accionistas”, señala Ana Botín, presidenta del Santander, en un comunicado.
Por el momento, la operación está sujeta a la aprobación de los supervisores polacos y "se espera que esté cerrada antes de finales de 2018", asegura la entidad española. Con esta operación, el grupo Santander prevé que su filial en Polonia se convierta en líder de banca privada en el país y tercera entidad financiera con 6,8 millones de clientes y una cuota de mercado de más del 11,7% en créditos y el 11% en depósitos.
El banco presidido por Botín prevé que la compra genere una rentabilidad sobre la inversión del 15% en 2021 y que tenga impacto positivo en el Beneficio por Acción (BPA). No tendrá efecto material sobre la ratio de capital del grupo.