Vivendi vuelve a sacar el cañón en una guerra accionarial. Quizá lo de ser tan 'guerrera' le viene de familia, por haber sido fundada por el sobrino del mismísimo Napoleón Bonaparte. Ahora, el conglomerado francés ha desembarcado en el capital de Prisa con una compra valorada en 50 millones de euros. Y algunas informaciones apuntan a que tiene una intención guerrillera.
Te lo contamos en este podcast de Expediente Abierto.
Para explicar la operación de Vivendi en Prisa, primero hay que conocer la particular situación del accionariado de la española. Prisa apenas tiene free float, es decir, acciones en libre circulación, porque su capital está abarrotado de grandes accionistas.
De hecho, Banco Santander es dueño de más de un 4% y Telefónica de otro 9%. Aunque no son ellos quienes tienen las mayores participaciones en Prisa. El pez gordo es el fondo activista Amber Capital, que además ha sido el encargado de orquestar la salida de la presidencia de Javier Monzón.
Ahora el presidente interino de Prisa es el fundador de Amber, Joseph Oughourlian, y algunos medios de comunicación apuntan a que su intención es ser votado como presidente en la Junta de Accionistas de 2021. Curiosamente, Joseph tiene buena relación con Vincent Bolloré, presidente de Vivendi, que acaba de comprar el 7% del capital de la empresa.
Pero no es la única con buena sintonía con Amber. Telefónica, dueña de un 9% del capital de Prisa, también parece tener buena relación con el fondo activista. Por lo tanto, con la salida de HSBC y la entrada de Vivendi, Amber se asegura más votos para tomar decisiones en Prisa.
El papel del Banco Santander
Quien no entra en la ecuación de Amber Capital es el Banco Santander, que tiene un 4% de la compañía dueña de El País y menos relación con el fondo. Fuentes de El Economista sugieren que Ana Botín ya habría hablado con Blas Herrero, el empresario que quería comprar Prisa hace unas semanas, para que comprara las acciones que había puesto a la venta HSBC. Sin embargo, dice el diario que el presidente de Amber interceptó la maniobra y se aseguró de que las comprara Vivendi.