OPA hostil a Twitter. Uno de sus usuarios más activos, Elon Musk, quiere comprar a la red social del pájaro azul. Ofrece 43.400 millones de dólares y excluir a la firma de bolsa. Ofrece cambiar la filosofía de la empresa para hacerla, dice él, “rentable”. Diez días de furia por un asalto que se quiere frenar en seco.
La nueva cruzada del sudafricano tiene las sombras que luces y, mientras, cientos de preguntas en el aire. ¿Cómo se financiaría esta hipotética operación? ¿Cómo hará Musk que Twitter ahorre millones de dólares desde el primer día?
Escucha la historia completa en este podcast de Mercado Abierto:
El magnate sudafricano ofrece 43.400 millones de dólares por la red social que se revela mientras que su hoja de ruta esconde más sombras que luces para el mercado
Con nocturnidad y alevosía. En Semana Santa en plena tarde del Jueves Santo, Elon Musk daba el campanazo en Wall Street anunciando una oferta pública de adquisición, una opa hostil, porque nadie se la pidió sobre una de las redes sociales más utilizadas del mundo. Twitter.
1,3 billones de usuarios, pero con solo 330 millones activos. Casi un tercio solo en los Estados Unidos y epicentro de la guerra que, en estos momentos divide al magnate sudafricano más reconocido de nuestros tiempos, Elon Musk y la red social protegida por, en un futuro más que cercano, los fondos de capital riesgo que podrían preparar una contra opa para limitar el éxito del órdago lanzado por el fundador de Tesla.
Elon Musk ofrece 54,20 dólares por cada acción de Twitter. Recordemos, una red social de la que renegaba hace tres semanas. De la que se hizo con una participación mayoritaria hace dos, del 9,2% y que ahora quiere comprar en su totalidad.
Twitter es la firma de la que se ha valido en más de una ocasión para anunciar sus últimas decisiones para con el mercado. La empresa que ha utilizado para manipular mercados como el de las criptomonedas, recuerden cómo convirtió con un meme al Dogecoin en el decimotercer criptactivo más valioso del mundo y que ahora quiere excluir del mercado.
El plan de Elon Musk es convertir a Twitter en una empresa privada. No lo consiguió con la de vehículos eléctricos y apunta a los tuits.
El excéntrico multimillonario intenta convertirse ahora en un adalid de la libertad de expresión. Asegura que, en estos momentos, Twitter no es ecuánime. Sus 82 millones de seguidores siguen “a pie juntillas” las palabras de un multimillonario que se configura como el octavo usuario más activo de una lista liderada por el expresidente estadounidense Barack Obama con 131 millones.
¿El truco de Elon Musk en Twitter? Según él mismo dice, la improvisación.
¿Tiene el dinero?
La operación sobre Twitter de hoy no es nada nuevo. Hace cuatro años, el empresario se ofreció a privatizar Tesla en una operación para la que confirmaba, tímidamente, que tenía los “fondos asegurados” para llevarla a término.
Palabras en un tuit que le valen todavía hoy contratiempos en los tribunales por contravenir la ley de valores de Estados Unidos. Lo decíamos hace unos instantes. Musk ofrece por cada título que componen el 91% que no controla de Twitter unos 54,20 dólares.
Su última y mejor oferta, en sus propias palabras y que representa una prima del 54% respecto a los precios de cierre de enero, momento en el que el sudafricano comenzó a hacerse, silenciosamente, con títulos en el mercado. Hace 14 meses, Twitter cotizada a 77 dólares/acción.
Aunque la pregunta que a todo el mercado le ronda la cabeza es si Elon Musk tiene el dinero para cerrar una operación como esta.
Una operación que para expertos como Julián Coca, responsable de Renta Variable de MCH Investment Strategies, no tiene ningún sentido económico.
Así las cosas, según los números de Bloomberg, Elon Musk apenas tiene en efectivo unos 2.950 millones de dólares. Recordemos, por Twitter, ofrece 43.400 millones. Una diferencia de más de 40.000 millones de dólares que Musk no tiene.
Su fortuna se le estima en 259.000 millones de dólares, pero no tiene ninguna ruta “viable” para financiar el acuerdo sin poner en riesgo las acciones de Tesla. ¿Y por qué meter a Tesla en toda esta operación? Porque es lo que el sudafricano podría presentar como aval para obtener el crédito con el que comprar Twitter.
El capital privado con Apollo Global Management y Thoma Bravo a la cabeza dicen que podrían estar interesados en presentar una contraoferta para una posible colaboración con otras grandes tecnológicas como Yahoo.
La píldora venenosa
Miedo que también se observa, en estos momentos, en la junta directiva de Twitter que cuando supo que Elon Musk sería el máximo accionista de la compañía intentó surfear esa ola atrayendo a su lado a su nuevo jefe.
Elon Musk entonces decidió rechazar entrar en la junta de dirección de la firma y en los cuarteles generales de Twitter activaron la llamada ‘poison pill’ o “pastilla envenenada” que no es otra cosa que ofrecer nuevas acciones a los actuales propietarios, pero a precios por debajo del precio de mercado.
Esto multiplica la suma que debe desembolsar cualquier comprador que aspire a hacerse con todas las particiones y hace que el proceso para ello sea mucho más arduo, puesto que el consejo tiene la capacidad de disminuir artificialmente el porcentaje de la empresa que este posee poniendo nuevos títulos en el mercado.
Esto podría terminar reculando al empresario. ¿Y entonces qué? ¿Qué pasaría si decide retirar la oferta, vender las acciones y cerrar su cuenta? Forbes dice que el plan de Elon Musk sería abrir su propia red social, con la pérdida de usuarios para Twitter que esto supondría un retroceso en los precios de los títulos en el mercado sin igual.
En poca palabras, que las probabilidades en estos momentos de que Elon Musk sea el dueño de Twitter son iguales a que se quede fuera del negocio y así, la historia de ambos, una balada triste de trompeta.