Al mal tiempo, buena cara. Así es como se ha tomado el Presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, las caídas de la acción de la entidad ante los malos resultados publicados.
Ante una caída del 54% del beneficio anual, las acciones del Sabadell se desploman en el Ibex 35. Para Josep Oliu, hay que ver estas caídas como una oportunidad para invertir en la entidad: "cuanto más cae, mejor inversión", ha bromeado.
La entidad ha reconocido que 2018 ha sido un año difícil. En realidad, lo ha calificado de "diferente", para suavizar. Un año en el que su ruina ha sido su filial británica, TSB, por los fallos informáticos durante la migración tecnológica de la plataforma. "Pensábamos que sería un pase militar y ha sido una batalla que nos ha costado bastante dinero, pero que al final hemos ganado", ha reconocido Oliu.
Más allá de las cuentas de 2018 y del impacto de TSB en ellas, algo que el banco ya considera resuelto, Sabadell mira ahora a otros factores, que ha calificado como exógenos, que afectan a toda la banca y que también repercuten en la caída de sus acciones. Entre esos factores: el proteccionismo, la incertidumbre regulatoria e, importante en Europa, el Brexit. Su escenario principal respecto al Brexit es que habrá una salida con acuerdo, pero ya tienen preparado un plan de contingencia en caso de que haya un no deal (salida sin acuerdo).
En cuanto al caso BBVA y la polémica con Francisco González, Oliu ha expresado que considera al BBVA un banco sólido, con una buena gestión durante y antes de la crisis y que espera que resuelva pronto esta situación, ya que se ha traducido también en una crisis reputacional que, no sólo ha afectado a BBVA sino a toda la banca en general: "cuando hay cosas inciertas, esto afecta a los demás, porque aquí todo el mundo piensa que todos los bancos somos iguales".