Desaparece el mito de la industria erótica. El creador de las conejitas, Hugh Hefner, ha fallecido hoy a los 91 años, en la mansión Playboy,la más famosa de los Ángeles. Un lugar que durante años ha sido icono de fiestas, y de rodajes para cine y televisión.
El magnate del imperio Playboy nació en Chicago en 1926. Decidió fundar la revista en 1953 después de que los directivos de “Esquire” le negaran un aumento de cinco dólares en su sueldo. Para sacar adelante su idea, le pidió 1000 dólares a su madre. A pesar de que el concepto no le gustó nada, creyó en su hijo y apostó a ganador.
Hefner, que comenzó su imperio erótico con tan solo 8.000 dólares, logró convertirlo en una corporación multimillonaria. En 1972 la revista alcanzó su punto más alto, con más de 7 millones de copias vendidas. Este éxito se mantuvo durante décadas, y le permitió dar el salto internacional, publicando en cientos de países.
Playboy, al tratarse de una empresa privada, no tiene obligación de dar a conocer sus datos financieros. Pero, en 2015, The Wall Street Journal informó, tras consultar unos documentos de la corporación, que la empresa generó 38 millones de dólares (34 millones de euros). Estos datos correspondían solo a las ganancias del sector de la comunicación. Es decir, la revista y la publicación digital. Por otro lado, obtuvo 55 millones de dólares (49 millones de euros) de las autorizaciones a otras empresas para usar su marca.
Se calcula que la fortuna actual del Playboy por excelencia está entorno a los 50 millones de dólares. Incluso con el declive de los últimos años, tras el descenso de sus acciones en bolsa. La caída era más que esperada, debido al auge del negocio de la pornografía gratuita en internet y el descenso de los ingresos publicitarios de la revista.
El plan del magnate era ser enterrado en el pequeño cementerio Westwood Memorial Park, donde compró un nicho al lado de Marilyn Monroe, para pasar la eternidad junto al eterno mito erótico.