Las empresas españolas se muestran más optimistas de cara a 2020 que sus competidoras europeas. Así lo muestra la Encuesta de Perspectivas Empresariales en España y Europa, que ha coordinado Eurochambres, la Cámara de Comercio Europea, y en la que participa la Cámara de Comercio de España.
Hablamos de qué expectativas tienen las empresa españolas y europeas de cara a 2020, con Raúl Mínguez, Director del Servicio de Estudios en la Cámara de Comercio de España
La encuesta se centra en cuatro variables, que intentan responder a las preguntas que cualquier negocio se hace: si va a vender más, si va a vender más en el exterior, si va a invertir y si va a crear empleo.
La expectativa española está por encima de la europea. Hablamos de ello con Raúl Mínguez, director de estudios de la Cámara de Comercio de España.
Las empresas españolas están más optimistas. Sobre esas cuatro variables que se estudian, en tres de ellas las firmas españolas tienen una previsión más favorable. “Sobre todo en el ámbito de las exportaciones, es donde manifiestan mayor optimismo”.
También las empresas españolas miran con mayor esperanza a la evolución de la inversión y del empleo. En cambio, donde se ve una posición por debajo de las previsiones europeas, es en el caso de las ventas nacionales.
En definitiva, las perspectivas son positivas de cara a 2020 para las empresas españolas.
Demanda interna y empleo, principales preocupaciones
Hay una primera cosa que llama la atención: en el dato de PIB del tercer trimestre de la economía española, la aportación de la demanda externa ha sido muy débil. En cambio la aportación de la demanda interna ha sido más fuerte. Contrasta con lo que se espera para 2020.
El motivo de que las firmas centren más el foco en la demanda interna es porque supone el grueso de sus operaciones.
De cara al año que entra, las empresas tienen una serie de condicionantes políticos, económicos, que pueden también afectar a las decisiones de las empresas.
¿Por dónde viene la preocupación? En la encuesta, preguntan por cuáles son los condicionantes para la actividad empresarial de cara a 2020.
La primera cuestión que las empresas manifiestan es la propia demanda nacional: el hecho de tener una demanda interna débil, ya que la mayor parte de sus ventas se realiza en territorio español.
“Es la preocupación para el 80% de las empresas”. Todo lo que pueda afectar a las ventas en España, bien sea cuestiones impositivas, regulatorias o pérdida de confianza, preocupa a las compañías.
El segundo foco de preocupación para las empresas, viene de la parte de los costes laborales, cuál es el coste de la contratación de la mano de obra. Y ya en tercer lugar, se situaría la demanda externa.
Son tres condicionantes que se mantienen de forma constante en los últimos años.
A pesar de ello, las empresas siguen pensando en contratar. “Si la economía española sigue creciendo, aunque sea a menor ritmo, sí vemos que es capaz de trasladar ese crecimiento al empleo. Creemos que se seguirá creando empleo y de un modo más sólido, de mayor calidad”.
Las grandes economías europeas, más preocupadas
En comparación con el resto de empresas europeas, las más optimistas se corresponden con las de Portugal, son las que tienen mejores perspectivas para el año que viene.
Les sigue Polonia, Chipre, Bulgaria y Malta, “países no muy grandes, pero que sí tienen dinamismo empresarial”.
En cuanto a las más pesimistas, Francia vuelve a situarse a la cabeza y le siguen Grecia, Italia, República Checa y Alemania. Entre ellas, esas tres grandes economías de la zona euro, lo que podría dar muestra de la desaceleración europea y la preocupación que genera.