El banco alemán, Deutsche Bank y el departamento de Justicia de Estados Unidos han llegado a un acuerdo para resolver el litigio por las hipotecas basura.
Pagará 7.200 millones de dólares. Esa cifra incluye una multa de 3.100 millones de dólares y además acepta compensar a los afectados y conceder ventajas a los consumidores, como revisiones de las condiciones de los créditos, por unos 4.100 millones de dólares.
La sanción final es inferior a los 14.000 millones que se barajó inicialmente. El cierre del expediente disipa uno de los principales puntos de incertidumbre a los que se enfrentaba la entidad. Las acciones de Deutsche Bank bajaron hasta mínimos récord de 9,90 euros en septiembre y desde entonces se ha recuperado pero todavía baja desde principios de 2016.
Ha sido el banco quien ha anunciado el acuerdo, que debe ser formalizado todavía por el departamento que dirige Loretta Lynch.
La sanción es además inferior a la que ya han recibido bancos estadounidenses por procedimientos similares. Bank of América tuvo que pagar 16.650 millones de dólares hace dos años, JP Morgan Chase fue sancionado con 13.000 millones y Goldman Sachs, Citigroup y Morgan Stanley con multas de más de 5.000 millones.
La sanción más alta impuesta hasta ahora contra un banco europeo ha sido la de BNP Paribas. 8.900 millones de dólares por violar el régimen de sanciones contra países como Irán, Cuba o Sudán.
Credit Suisse
También el banco suizo Credit Suisse acaba de anunciar un acuerdo con las autoridades norteamericanas y pagará 5.300 millones de dólares por su actuación con las hipotecas basura. De ellos, 2.480 millones serán multa propiamente dicha y el resto, 2.800 millones, para compensar a los clientes.
Barclays
Estados Unidos demanda a Barclays por supuestos fraudes en la venta de valores respaldados por hipotecas.
Las autoridades estadounidenses lo acusan de haber causado pérdidas a inversores por miles de millones de dólares. Aseguran que, entre 2005 y 2007, el personal de Barclays describió de forma engañosa las características de los préstamos hipotecarios que respaldaban títulos y que la entidad vendía en todo el mundo.
Según el fiscal, Robert Capers, entre los damnificados estaban planes de pensiones, organizaciones caritativas o fondos de universidades, que sufrieron "pérdidas catastróficas". Barclays rechaza las acusaciones y dice que están “desconectadas de los hechos”.