EEUU es una de las economía más liberales del mundo, pero sus contratos públicos y subvenciones son esenciales para impulsar el país. El Gobierno de Joe Biden se vuelca con la industria de Defensa y los microporcesadores de última generación. Así reparte el país los miles de millones en Defensa y Chips:
El Gobierno de Joe Biden se vuelca con la industria de Defensa y los microporcesadores de última generación con la Chips Act
La industria de Defensa americana ya vive una edad dorada (con exportaciones récord de 238.000 millones de dólares en 2023 a gobiernos extranjeros, +16%); pero la tensión en Oriente Medio lleva a la Agencia de Defensa a adjudicar un contrato de 17.000 millones a Lockheed Martin para el desarrollo de interceptores de misiles balísticos intercontinentales. El programa tiene como objetivo contrarrestar los futuros avances armamentísticos de Corea del Norte e Irán.
El otro sector mimado por el Gobierno es el de los semiconductores bajo la Chips Act: EEUU acaba de anunciar la subvención a Samsung con 6.400 millones de dólares tras asignar 6.600 millones a la taiwanesa TSMC y 8.500 millones a Intel.
En todos los casos, el presupuesto debe dedicarse a la puesta en marcha de fábricas en EEUU. Y todavía quedan por adjudicar 16.000 millones hasta finales de año bajo el presupuesto de la Chips Act.
El objetivo del país es pasar del 0% al 20% en la fabricación de semiconductores de última generación al final de la década y de paso crear empleo, movilizar a proveedores y tener en casa la vanguardia de la innovación tecnológica, tal y como ha explicado la secretaria de Comercio, Gina Raimondo.
Fue el expresidente republicano Donald Trump el que dijo aquello de "Juntos, haremos América fuerte de nuevo". Es su su sucesor, Joe Biden, el que ejecuta aquella promesa en un contexto internacional de desglobalización parcial y de año electoral en EEUU.