Entre otras cosas, el catedrático ha dicho que es un "chivo expiatorio" en todo este asunto. Denuncia que ha sido tratado injustamente por parte de Cambridge Analiytica y Facebook. Asegura que fue la consultora la que le pidió que pusiera en marcha la aplicación que recopilaba encuestas que servirían para un estudio "psicológico" posterior. La aplicación podría predecir la personalidad de los usuarios y sus comportamientos. Algo más de 200.000 usuarios respondieron a la encuesta, pero al hacerlo, estaban dando acceso a la aplicación a los datos de millones de sus amigos en la red social. Algunas fuentes aseguran que en total fueron 50 millones. Kogan dice que no fueron muchos más de 30.
Kogan defiende en todo momento que el creía que lo que hacía era legal, ya que la propia Cambridge Analytica se lo aseguraba. De hecho, insiste en que fue la propia consultora la que le dio la asesoría legal en este asunto.