Airbus ganó 2.873 millones de euros en 2017, un 189 % más que en 2016, casi el triple, gracias al buen comportamiento de su división de aviones comerciales y pese a una nueva provisión de 1.299 millones por el programa de los aviones de transporte militar A400M que se ensamblan en Sevilla.
El resultado neto operativo en términos absolutos se incrementó un 52%, hasta 3.421 millones de euros, mientras que en valores ajustados -que excluye elementos no recurrentes- subió un 8%, hasta 4.253 millones. Aunque cumplir con los objetivos marcados para 2018 va a depender de si superan los problemas de motor que afectan al modelo A320neo.
Si bien en 2017 se pusieron en manos de los clientes 181 aparatos de la familia A320neo, tras las 68 de 2016, el objetivo inicial era situarse en torno a 200 y la situación actual sigue rodeada de incertidumbre porque Pratt & Whitney no ha resuelto todavía el desafío técnico y de producción de sus motores.
El último problema, surgió la semana pasado y se relaciona con un sello que Pratt reemplazó después de que la versión anterior tuviera problemas de durabilidad.
El presidente ejecutivo de la compañía, Tom Enders ha declarado que están trabajando en nuevas medidas para solucionar estos problemas.
"La aceleración del A320neo sigue siendo un desafío y requiere que los proveedores de motores cumplan con los compromisos", ha manifestado Enders en un comunicado. Además, ha agregado que ya se esta evaluando el impacto que ha tenido en las entregas los problemas con la turbina.
El grupo europeo ha explicado, en la presentación de sus resultados, que está negociando con los países del programa del A400M "una hoja de ruta clara", sobre la base de la declaración de intenciones suscrita a comienzos de mes, que le permita que su "exposición residual de cara al futuro.
El objetivo de esta negociación es asentar un nuevo calendario de entrega a los siete países de lanzamiento del programa, que incluirá retrasos sobre la planificación precedente, pero que Airbus espera que no le acarree penalizaciones que se añadan a las provisiones que sucesivamente había tenido que inscribir en sus cuentas (2.200 millones de euros en 2016, 290 en 2015, 551 en 2014).
La empresa también tuvo que incorporar a su resultado otra carga de 117 millones, que incluye en particular la multa de 81,25 millones debido al contencioso con Austria, que le había denunciado por fraude en la compra que le hizo de cazas Eurofighter en 2003.
La facturación global de Airbus el pasado año fue de 66.767 millones de euros, una cifra estable en términos brutos, pero en alza si se tiene en cuenta que su perímetro se redujo en unos 2.000 millones.
Pese a esa disminución del perímetro, los pedidos progresaron un 17% hasta 157.690 millones de euros, gracias al tirón del 25 % de la división de aviones comerciales (143.361 millones), que consiguió contratos para 1.109 unidades netas (731 en 2016).
Tambien ha contribuido aunque en menor medida el negocio de helicópteros, con un alza del 8 % hasta 6.544 millones, mientras que la cifra de negocios de la defensa y espacio bajó un 42 % a 8.893 millones, pero en este caso debido a la salida del perímetro de consolidación de una parte del negocio.
Del total de los ingresos, 50.958 millones de euros (+3,5 %) correspondieron a los aviones comerciales, de los que se entregaron 718, después de los 688 de 2016. Ese incremento de la cadencia de producción no puede ocultar los problemas que le acarreó y que le sigue acarreando el fabricante de motores Pratt & Whitney.
La división de helicópteros redujo en un 3 % su volumen de negocios a 6.450 millones de euros (se entregaron 409 unidades, frente a 418 un año antes), mientras que en la de defensa y el espacio cayó un 9 %, de nuevo en razón de su perímetro más limitado.
El flujo de caja de Airbus se ha duplicado ampliamente al llegar a 2.949 millones de euros y el grupo tenía al terminar 2017 una tesorería neta de 13.400 millones, frente a 11.100 millones un año antes.
El consejo propondrá a la junta el reparto de un dividendo de 1,50 euros por acción, que será un 11 % más que en 2016.