Abengoa ha anunciado que ha llegado a un principio de acuerdo, aunque todavía van a continuar las negociaciones, con un grupo de bancos y acreedores para su reestructuración financiera. Con este acuerdo se sientan las bases para adoptar las acciones necesarias para apoyar la propuesta de aliviar su carga de deuda.
El grupo tecnológico y energético ha firmado un contrato de bloqueo con sus principales acreedores y ha abierto un plazo para que el resto se sume a la propuesta de reestructuración anunciada el pasado 30 de septiembre. Así lo ha confirmado hoy la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Este contrato de bloqueo o "lock-up" deja en suspenso el ejercicio de una serie de derechos por parte de los acreedores. Se ha suscrito con inversores que ostentan la mayoría de la antigua deuda senior, y la mayor parte del segundo tramo de la deuda nueva emitida tras el acuerdo de reestructuración de 2017, además de las líneas de avales derivadas de ese compromiso de refinanciación.
Los firmantes se comprometen a adoptar las acciones necesarias para facilitar la firma del contrato de reestructuración, como tarde hasta el 31 de enero y a no transmitir su deuda salvo en determinadas circunstancias. Abengoa ha pedido a los acreedores y avalistas que se adhieran al contrato de bloqueo.