Abengoa ha acabado 2016 con unos resultados que han condicionado a la compañía por restricciones de liquidez, que han provocado la ralentización generalizada en el desarrollo de proyectos.
La compañía internacional de energía y medioambiente, ha registrado ventas en 2016 de 1.510 millones de euros, un EBITDA negativo, 241 millones de euros, y las ventas le han caído un 58,6%. Dichas magnitudes excluyen el impacto de la actividad de bioenergía y de las concesiones de las líneas de transmisión de Brasil, que se presentan como resultados procedentes de operaciones discontinuadas. Este impacto asciende conjuntamente a 1.137 millones de euros de ventas durante el ejercicio 2016, a diferencia de los 2.109 millones de euros durante el ejercicio 2015.
El resultado neto de la compañía supone una pérdida de 7.629 millones de euros, debido principalmente a la aplicación del plan de viabilidad través del reconocimiento de pérdidas derivadas del deterioro de determinados activos (plantas de bioenergía, líneas de transmisión en Brasil, plantas de generación en México y Chile, créditos fiscales) por importe de 6.036 millones de euros, de los efectos de la ralentización generalizada del negocio, que ha motivado, entre otros, el registro de las provisiones de coste de construcción por importe de 245 millones de euros, y el mayor gasto financiero por importe de 521 millones de euros, derivado fundamentalmente de la ejecución y provisión de avales e intereses de demora.
Según Abengoa, estas pérdidas se compensarán una vez que se registre el impacto positivo derivado de las quitas y de la ampliación de capital previstas, que permitirá restablecer el equilibrio patrimonial de la empresa.