Una semana de ‘infarto’ con votaciones in extremis (que vuelven a salir bien), una opa hostil en aras de la defensa de la libertad de expresión, un recordatorio a las suegras y un comisionista (reconvertido en bróker) que, ahora, le pasa la pelota a su abuela.
Escucha el resumen semanal completo en este podcast de El Balance:
Una semana de ‘infarto’ con votaciones in extremis (que vuelven a salir bien), una opa hostil en aras de la defensa de la libertad de expresión, un recordatorio a las suegras y un comisionista (reconvertido en bróker) que, ahora, le pasa la pelota a su abuela
Semana de contratiempos sorteados a última hora. Siete días de alto voltaje desde que el domingo a eso de las ocho de la tarde, en Francia, en París, Emmanuel Macron venciera a la ultraderechista, Marine Le Pen, en las elecciones presidenciales.
Al auto proclamado como el candidato centrista en nuestro país vecino lo votaron seis de cada diez franceses o dicho de otra manera, a Reagrupamiento Nacional (un partido que con el tiempo se ha moderado, pero que sigue siendo, por ejemplo, xenófobo)… pues a este partido le han dado su apoyo en la última cita electoral gala cuatro de cada diez.
Con estos mimbres, Marine Le Pen decía ante su séquito al salir a admitir su caída que ellos, aun con todo y con estos números, habrían ganado a pesar de que ella no será inquilina del Palacio del Elíseo durante el próximo quinquenio.
Porque al otro lado de los Pirineos, al presidente/presidenta de la V República se lo escoge para que lidere el país (fuertemente presidencialista) por cinco años y con un máximo de dos mandatos, es decir, a Macron y su República en Marcha esto se le acaba ya.
Aunque el liberal sí muere, quiere morir matando.
De momento, este jueves, Gabriel Attal, el que es portavoz de su Gobierno en funciones, daba la última de las ruedas de prensa tras la cita de un Consejo de Ministros gestionado por el primer ministro, Jean Castex, al que se le enseña la puerta de salida.
A la espera de lo que pueda salir en las legislativas de los próximos 12 y 19 de junio y que como nos decía en Mercado Abierto, Chloé Prompt, directora adjunta del Instituto Edelman, será como la “tercera vuelta” de unas presidenciales en las que los franceses eligen a su Asamblea Nacional.
Sondeos que dicen que los partidos tradicionales como socialistas o los republicanos (conservadores) podrían obtener mayoría aunque de estas urnas apenas han conseguido un apoyo residual de los franceses.
Attal, les recuerdo, el portavoz del Gobierno francés, también dijo en su comparecencia ante los periodistas que el próximo lunes habrá una cita de urgencia de los ministros de Energía de la Unión Europea para debatir nuevas sanciones y respuesta a los órdagos de Rusia por el gas y el petróleo.
¿Responder a qué?
Al corte del grifo del gas procedente de Moscú a Polonia (que depende ínfimamente) y Bulgaria (que importa el 90% del gas a Rusia y dice que tiene reservas para un mes) abriendo la puerta a una crisis energética de mayor calado porque ahora Alemania y su canciller, Olaf Scholz, este jueves comentaba que su país, principal consumidor del viejo continente debería prepararse para un posible corte de suministro a medida que tratamos de adaptarnos de no saltarnos las sanciones, pero seguimos en pie.
De momento, no hay dudas, hay que trabajar para no caer en el chantaje de Vladímir Putin tal y como se afanaba en comunicar la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von Der Leyen, el miércoles cuando Bloomberg publicaba que eran cuatro las empresas europeas las que habían decidido pagar en rublos (como pide [obliga] Putin) el gas que nos llega desde el gigante asiático.
Y con esta exclusiva, Financial Times cuenta ahora también que compañías de distribución de gas en Alemania, Austria, Hungría y Eslovaquia tienen previsto abrir cuentas en rublos en la filial suiza de Gazprombank para satisfacer las demandas de Rusia, incluyendo dos de los mayores importadores de gas de la UE: Uniper, con sede en Düsseldorf, y OMV, con sede en Viena.
Y pagar en rublos, insisten las empresas, no es un problema porque no se saltarían las normas. Si los contratos firmados estipulan que así se debe pagar. El contratiempo llega en si estas empresas abrirán una segunda cuenta bancaria para poner en marcha estos intercambios. Aquí sí, se saltarían las normas de Occidente para ahogar al régimen de Vladímir Putin.
Así las cosas, ¿España podría encontrarse con problemas de suministro? Desde el Gobierno insisten en que no, que no dependemos de Rusia para apenas nada. Teresa Ribera, ministra de Energía.
Mercado ibérico
Aunque Ribera esta semana ha tenido más trabajo por esto, pero en otros derroteros.
El lunes en Bruselas. Hubo acuerdo de España y Portugal, de la Península Ibérica, con el Ejecutivo comunitario par abaratar los precios de la luz tras lograr el visto bueno de la Comisión para un mecánicos durante doce meses que limita a 50 euros por megavatio hora el precio del gas natural, pero algo menos ambicioso de lo que querían Lisboa y Madrid, que eran 30 euros.
El precio del gas está ahora en torno a 90 euros el MWh, por lo que con el límite inicial la factura electrica, ya desde el mes de mayo, se reducir-a de forma sensible en el mercado mayorista. Desde los más de 200 euros el MWh de estos momentos al entorno de los 130. Algo de lo que ese beneficiarán los que están en la tarifa regulada.
Si no hay contratiempos, todo podría entrar en vigor la semana que viene. Y todo al tiempo que por carta, Paolo Gentiloni, comisario de Economía, ha remitido esta semana a los 27 su preocupación por algunas propuestas económicas para paliar los efectos de la escalada energética en Europa. Dice que reducir el IVA no lo hagan, que no tiene sentido.
Por cierto, que por todo lo de la guerra ya son más, dice Naciones Unidas, ya son más de 5,3 millones de personas las que han tenido que abandonar su así con casi 8 millones de desplazados dentro del país por los tanques. Pues así las cosas…
Este jueves dos explosiones sacudían Kiev, la capital de Ucrania, en plena visita del secretario general de la ONU, Antonio Guterres a Volodímir Zelesnky. Un mandatario más, el supuesto adalid de la paz tras la IIGM, al que Vladímir Putin reta sin que le puedan responder.
Espias en el Congreso
Pero vamos, que el lío de esta semana ha estado en Catalunya y el Congreso de los Diputados.
Este jueves en la Cámara Baja la euforia brillaba por su ausencia. No la había en ninfa de las bancadas. Todos se han dejado algo en esta arriesgada jugada en la que nadie ha salido vencedor del todo.
¿De qué hablamos? De la tramitación parlamentaria del decreto de ayudas anticrisis que ha salido adelante por los pelos con los votos a favor de las formaciones que integran el Ejecutivo de Pedro Sánchez (estas son, PSOE y Unidas Podemos) y EH Bildu. Marte Aizpurua, portavoz.
PP, ERC (por el caso de los espionajes a los líderes independentistas catalanes) y VOX (porque sí) se han opuesto a normas que apoyaban, precisamente, a con quienes ellos se manifestaban hace unas semanas, entre otros, los agricultores.
La economía, a la baja
Menos prisas se ha dado el Gobierno para presentar su cuadro macroeconómico. Lo iba a hacer el martes, pero al final se les fueron las cosas de madre y para el viernes. El caso es que titular bueno, no hay. Revisión a la baja y considerable. Del 7% al 4,3%.
Nos dijeron que se estaba esperando para conocer las últimas referencias macroeconómicas de la semana. Trabajo, EPA. Sube el paro en 70.000 personas y descienden en más de 100.000 los empleados. IPC, precios, la lectura adelantada por el INE para abril se queda sobre el 8,4%, menos del 9,8% de la definitiva de febrero y nos dicen que es porque los precios de la energía han caído y PIB, este del viernes, que habla de una economía española…
Y mientras, el sector empresarial también se muestra optimista. Por inflación, José Antonio Álvarez, consejero delegado del Banco Santander, el miércoles en la presentación de resultados…
Este viernes, CaixaBank en Valencia es algo menos positivo. Gonzalo Gortázar, consejero delegado y en esto de la economía otro apunte, el euríbor (el de las hipotecas) pues que cierra abril en positivo provocando el mayor encarecimiento en una década de este tipo de créditos. Con los que se compra una casa.
Esto es medio punto más que hace un año y entretanto, el Banco de España alerta a los bancos de que deberían ir mirando lo de las hipotecas, por si acaso explota otra burbuja y ellos dicen que se olvide, que no es para tanto.
Buenas noticias
Dos noticias más amables de la semana: una la protagoniza el Papa Francisco que pide que se trate mejor a las suegras mientras les reclama a ellas que no critiquen. Unos de los pecados, denunciaba el miércoles en la Plaza San Pedro, es la lengua.
Y luego otra buena noticia… golpe español al cáncer: descubren un anticuerpo que frena los tumores y previene la metástasis… un consorcio internacional liderado por el científico del Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona Eduard Batlle ha descubierto el anticuerpo MCLA-158, el primer candidato a fármaco dirigido a células madre cancerosas de tumores sólidos que previene la propagación del cáncer y la metástasis.
Una investigación que sienta las bases para incorporar el uso de organoides en el proceso de descubrimiento de fármacos. Se trata de muestras derivadas de pacientes que se pueden cultivar y que reproducen el comportamiento del tumor en el laboratorio. Ahora solo queda esperar a que funcione en humanos.
¿Cierre de esta semana?
Por dos hombres. El primero, Juan Diego, instinto y preparación encarnados en la figura de este sevillano que nos deja a los 79 años. Entre lágrimas por la tensión de un momento que se replica en Ucrania con la voz, si ustedes además de escucharnos, le echan un oído también a otras emisoras, les resultará familiar.
Es Fran Sevilla, excorresponsal en Washington para RNE y ahora enviado especial a Ucrania por la guerra de la radio público. Este martes, 26 de abril, como escuchan, fue alcanzado por un proyectil de artillería ruso cuando se dirigía al sur de Zaporiyia, ciudad portuaria de Mariupol (Ucrania); ciudad cercana a la línea del frente y a la zona ocupada por las tropas del Kremlin.
Un recuerdo por aquellos que, también, se juegan la vida (cada día, cada hora, cada segundo) por contarlos lo que pasa donde suceden las cosas.