Perspectiva estable en la calificación de la deuda soberana española pero alerta en la incertidumbre política. "Pensamos que persisten las incertidumbres sobre un posible cambio de políticas fiscales y macroeconómicas debido a las elecciones generales y autonómicas de este año", advierte la agencia de calificación en un comunicado.
S&P, que confirmó el rating de España en su última revisión realizada el pasado 14 de noviembre, destaca que las reformas aprobadas desde 2010 han colocado al país en una posición favorable para beneficiarse de los menores precios del crudo, la depreciación del euro y la postura monetaria acomodaticia del Banco Central Europeo. En este contexto, ha decidido elevar en tres décimas sus previsiones de crecimiento para el periodo 2015-2017, hasta el 2,2%, aunque reconoce que existe potencial al alza en estas estimaciones.
Respecto a la perspectiva 'estable', la agencia explica que refleja tanto sus previsiones para los próximos dos años de una recuperación económica generalizada y una consolidación presupuestaria gradual, como los riesgos derivados de su posición exterior y del potencial impacto negativo de las presiones deflacionarias y de la débil demanda externa.
S&P mantiene la nota de España en una categoría similar a la que le otorga Moodys ('Baa2' con perspectiva 'positiva'), pero un escalón por debajo de la de Fitch, que a finales del octubre pasado la confirmó en 'BBB+' con perspectiva 'estable'.