Es una de las noticias de las últimas semanas en la industria musical. Sony estaría cerca de cerrar un acuerdo con el grupo británico Pink Floyd para adquirir sus derechos musicales por una cifra cercana a los 500 millones de dólares, según informa Financial Times.
Unas negociaciones complejas por las disputas personales entre los miembros de la banda, especialmente entre Roger Waters y David Gilmour, que han sido todo un desafío para lograr una decisión unánime con respecto a la oferta que ha presentado la discográfica.
La discográfica está cerca de llegar a un acuerdo para adquirir los derechos musicales de la banda británica
Hipgnosis, Warner Music o BMG ya se habían interesado por hacerse con los grandes éxitos de Pink Floyd, aunque ha sido Sony quien se ha llevado el gato al agua.
Y es que, cuando la venta de discos ha dejado paso al consumo del música en streaming a través de plataformas, poseer los derechos de explotación es tener la sartén por el mango. Y ahí la cotizada japonesa parte con ventaja, porque cuenta con la inyección de 700 millones de dólares que el grupo de inversión Apollo hacía en julio.
Tanto es así, que se ha lanzado a por los derechos de otro clásico británico: QUEEN. Una operación que podría irse por encima de los 1.000 millones de dólares.
Un ejemplo más del cambio en la industria
En los últimos años, en un camino que abrió David Bowie en 1997 con los Bowie Bonds, son muchos los artistas que han vendido sus derechos por cifras millonarias.
Uno de los últimos ha sido Justin Bieber, que con 28 años vendía sus derechos de autor por 200 millones de dólares a Hipgnosis Songs Fund, cotizado en Londres.
En agosto de 2020 era Dan Reynolds, vocalista de Imagine Dragons, quien cedía su parte del catálogo del grupo a Concord Music Publishing por más de 100 millones.
Curioso también es el caso de Bob Dylan, que ha explotado esta opción por partida doble. En 2020 vendió todo su catálogo por 300 millones a Universal. La segunda se produjo en 2022, cuando vendió el catálogo de grabaciones desde 1962 por 200 millones a Sony.
Otros nombres célebres son Bruce Springsteen, protagonista de la mayor venta de la historia del trabajo musical de un único artista, Neil Young, Shakira, Aerosmith, Tina Turner o David Guetta....