Las sanciones contra Rusia hacen añicos su economía. El último capítulo afecta a la disponibilidad de sus reservas. Según ha reconocido el propio ministro de Finanzas, Anton Siluanov, en una entrevista en televisión, el país pierde el acceso a casi la mitad de su reservas. “El volumen total de nuestras reservas es de unos 640.000 millones de dólares, y unos 300.000 millones están en tal condición que no podemos utilizarlos ahora”, ha explicado Siluanov.
Además, el ministro de Finanzas ha reconocido que está a la espera de comprobar hasta qué punto los países occidentales presionan a China para limitar el acceso a las reservas en yuanes. No obstante Siluanov ha recordado que los lazos de asociación con China permitirán expandir relaciones.
Amenaza con pagar la deuda en rublos
En este contexto, Rusia ha amenazado con pagar a los tenedores de bonos internacionales en rublos en lugar de hacerlo en dólares. Esta advertencia llega apenas unos días antes de que se produzca un vencimiento importante de deuda. El próximo miércoles Moscú debe haber frente a un pago de intereses de 117.000 millones de dólares. JP Morgan ha explicado que son pagos que deben abonarse en dólares. Pero Anton Silianov ha asegurado este domingo que sería “absolutamente justo” que el país hiciera todos los pagos de su deuda soberana en rublos hasta que se levantaran las sanciones occidentales.
El mercado teme ahora que en medio del conflicto con Ucrania, Moscú no haga frente a sus pagos de deuda ante la presión a la que se encuentra sometido su sistema financiero.
Este mismo domingo, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, ha señalado a la cadena estadounidense CBS que ya no piensan en un impago de la deuda por parte de Rusia como algo improbable. "En cuanto al pago de sus obligaciones de deuda, puedo decir que ya no pensamos en un impago ruso como un hecho improbable. Rusia tiene el dinero para abonar su deuda, pero no puede acceder a él. Lo que más me preocupa es que hay consecuencias que van más allá de Ucrania y Rusia". Preguntaba sobre la posibilidad de que un impago desencadene una crisis financiera en todo el mundo, la respuesta de Georgieva ha sido: “Por ahora, no”.
La exposición total de los bancos a Rusia asciende a aproximadamente 120.000 millones de dólares, una cantidad que, si bien no es insignificante, “no era sistemáticamente relevante”, aseguró la directora gerente del FMI.