Tomás García Purriños, gestor de Morabanc Asset Management, hace referencia a este término:
Por su parte, el banco de inversión estadounidense Goldman Sachs, acuña otro término: estanflación. La entidad cree que EEUU podría encaminarse hacia este fenómeno, es decir, una situación de estancamiento económico unido a una inflación elevada.
Tras la victoria de Trump, los economistas de Goldman Sachs barajan tres posibles escenarios: el primero supone una representación completa de las promesas de la campaña de Trump, desde el aumento del gasto fiscal hasta las restricciones comerciales. El segundo plantea un escenario benigno en el que se promulgan sólo las propuestas fiscales. Y el tercero contempla un escenario adverso donde se frenan el comercio y la inmigración, mientras que el discurso de la Fed se vuelve más hawkish.
El primer escenario impulsaría un 0’2% el PIB anual en la segunda mitad del próximo año. El escenario benigno, un 0’5% entre 2017 y 2019. Mientras que en el escenario adverso se produciría la estanflación, ya que el crecimiento del PIB sería un 0’8% más bajo en 2018 y 2019, la inflación subiría un 2’3% a principios de 2019 y el desempleo crecería un 5’3%. Bajo este escenario, la Fed subiría tipos de forma agresiva para luchar contra la inflación, pero se detendría en 2019 para combatir los trastornos del crecimiento económico y las pérdidas de empleo.
Goldman Sachs no espera que Trump cumpla todas sus promesas de campaña. Así que pronostica algunos estímulos fiscales a escala reducida, un descenso en la inmigración y más restricciones comerciales. Bajo este supuesto, los recortes de impuestos impulsarían un 0’1% el PIB en la segunda mitad del 2017, pero se desaceleraría a partir de entonces. De 2018 en adelante, el crecimiento del PIB sería entre 0’1 y 0’2 puntos porcentuales más lento.