La crisis del coronavirus ha traído de la mano un término que aparece en contratos y seguros "por fuerza mayor". El Código Civil español no ofrece ni delimita un concepto jurídico o legal de lo que sea “caso fortuito” o “fuerza mayor”, sino que únicamente dispone que: “Fuera de los casos expresamente mencionados en la ley, y de los en que así lo declare la obligación, nadie responderá de aquellos sucesos que no hubieran podido preverse, o que, previstos, fueran inevitables” (artículo 1105).
La situación vivida por la expansión del Covid19 y el decreto del estado de alarma apuntan a una situación por fuerza mayor. "Esta situación es excepcional, fortuita y fuerza mayor", asegura Javier Plaza Penadés, Catedrático de derecho civil y off counsel de Navas & Cusí.
La cláve de la Rebus Sic Stantibus
En el caso de contratos, licencias de uso, concesiones y demás relaciones jurídicas de larga duración o trato sucesivo, donde las circunstancias y perspectivas iniciales de mercado o de comercialización de determinados productos o servicios han sufrido objetivamente graves modificaciones o alteraciones como consecuencia de la crisis económica (como ocurre ahora con la crisis de coronavirus), siempre que dichas modificaciones hubieran sido imprevisibles o impensables en el contexto económico de formalización inicial de la relación y produzcan un desequilibrio en el precio o el producto o servicio o en el fin del contrato, en atención a la aplicación de la cláusula rebus sic stantibus o doctrina del “cambio de circunstancias” permite que la parte perjudicada pueda o bien conseguir la revisión del contrato, licencia o concesión, o incluso obtener la resolución del mismo sin necesidad de acreditar incumplimiento ni ningún tipo culpa o negligencia de la contraparte.
"No obstante, asegura Juan Ignacio Navas (socio director de Navas & Cusí), lo mejor es renegociar con las entidades un aplazamiento, no hay que entrar en reclamaciones".
"Si no hay ingresos, no se pueden mantener los gastos", detalla Luis Losada, periodista económico. "Esto no va a durar 15 días, el impacto es brutal. La pyme tiene que sobrevivir y buscar acuerdos", añade.