Juan Carlos Ureta, presidente de Renta4Banco, conecta lo que ha sucedido, sobre todo en el mercado americano, con lo que califica como el “fenómeno de la inversión pasiva” y explica gráficamente y de forma sencilla cómo este tipo de gestión acentúa cualquier movimiento tanto si es hacia arriba como si es hacia abajo y genera un "efecto bola de nieve":
Ureta considera que “puede haber inversión pasiva pero no hay inversores pasivos”, el inversor entra y sale en el mercado y este tipo de inversión genera una creciente volatilidad.
José María Luna, director de análisis de Profim, destaca que la importancia de la gestión no está sólo en las comisiones, considerablemente más bajas en el caso de la gestión pasiva, sino en la calidad. En el siguiente audio puede escuchar cuál es, a su juicio “el talón de Aquiles”, tanto de un tipo de inversión como de otra:
Sergi Sánchez, experto en trading algorítmico de Sensor Systems, reconoce que los ordenadores han tenido que ver con la caída de la bolsa "porque los saltos de stops que provocan los sistemas son muy rápidos y no dudan". Aún así, cree que se les trata de forma injusta porque sólo se les critica cuando contribuyen a las bajadas y no cuando lo hacen para las subidas:
Lo cierto es que la gestión pasiva y los ordenadores han reducido considerablemente los costes y han facilitado una mayor diversificación de las inversiones pero también lo es que amplifican cualquier movimiento del mercado tanto hacia arriba como hacia abajo. El debate sigue abierto ¿talento de los gestores o máxima diversificación? ¿gestión activa o pasiva? ¿personas u ordenadores?. Ustedes eligen.