Vladimir Putin comienza hoy su cuarto mandato presidencial, por el que se mantendrá al frente de Rusia hasta 2024. En ese año cumplirá 72 años y llevará 18 al frente del país, ya sea desde la presidencia o de la jefatura del gobierno. Uno de sus retos es sacar al país del retraso económico sin modificar su política exterior. Putin ha admitido que hay 30 millones de pobres y que necesita una modernización tecnológica.
Entre las reformas subirá la edad de jubilación, la carga fiscal a empresas y a ciudadanos, reducir el papel del Estado en la economía y dar mucha más libertad a la iniciativa privada. Son algunas de las reformas prometidas en su anterior reelección y que nunca ha acometido.
El actual primer ministro, Dmitri Medvédev, seguirá al frente del Ejecutivo pese a su gran impopularidad. Varios medios apuntan que el influyente exministro de Finanzas, Alexéi Kudrin, firme defensor de las reformas económicas y autor de algunas de las propuestas más liberales lanzadas por Putin, ocupará un alto cargo en la estructura del Kremlin.
Además este año Rusia celebra la Copa del Mundo de Fútbol y está pendiente de la imagen que va a proyectar a todo el globo porque es un escaparate para demostrar el avance y las mejoras del país.
Putin fue reelegido en marzo con el 76,7% de los votos para un nuevo mandato, su mejor resultado electoral desde que llegó al poder. La participación fue superior a la de las presidenciales de 2012. La oposición y ONG rusas denunciaron miles de irregularidades, como el rellenado de urnas y el traslado de electores en autobuses.
La anexión en 2014 de la península ucraniana de Crimea, celebrada por la mayoría de los rusos, hizo que se dispararse la popularidad del mandatario.