La economía española ha comenzado 2016 como acabó 2015. Ha crecido un 0,8% en los tres primeros meses del año, según el INE. En términos interanuales, el PIB ha repuntado un 3,4% interanual. Los datos están en línea con las estimaciones preliminares del INE anunciadas a finales de abril. El ritmo de crecimiento se mantiene gracias a la fortaleza del consumo de los hogares. La demanda nacional se reduce con respecto al trimestre anterior, debido a la caída del consumo de las administraciones públicas, (1,1 puntos menos) y la demanda exterior resta menos crecimiento al PIB por una ralentización de las importaciones. Sin embargo, El gasto en consumo final de los hogares experimenta un crecimiento anual del 3,7%, dos décimas superior al del cuarto trimestre (3,5%).
El empleo de la economía, en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, registra una mejora trimestral del 0,9%, tres décimas superior al trimestre anterior. En términos anuales, el empleo aumentó entre enero y abril a un ritmo del 3,2%, dos décimas más que en el trimestre anterior. Esta evolución supone un aumento de unos 533.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en un año. Las cifras muestran como la creación de empleo se ha acelerado unas siete décimas de las horas efectivamente trabajadas.
Victoria Torre, desde Selfbank, analiza las luces y las sombras del dato del PIB de abril.
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