Por tanto, existen varios detalles que indican que el oro se encarecerá en los próximos meses. Destaca en concreto el hecho de que una menor extracción de oro influya en la evolución del precio de este metal precioso.
Por tanto, una menor oferta de oro favorecerá la subida de su precio. Y esto, junto a la sólida demanda que existe actualmente, son dos factores positivos para los precios.
Aunque hay que tener en cuenta otros frentes que pueden repercutir de forma negativa en el precio del oro en el corto plazo. Entre esos factores, el grupo UBS destaca el desempleo de EEUU y la subida de tipos de interés por parte de la Reserva Federal.
Si el mercado laboral no muestra señales de mejora en EEUU y la inflación no se recupera, la Fed podría detenerse en su política de restricción monetaria. Y aquí juegan un papel importante las cualidades del oro como activo refugio.
En cuanto a diversificación, Degussa recomienda tener entre un 10% y un 20% de nuestra cartera invertido en oro físico. Aunque en los tiempos que corren eleva el porcentaje incluso hasta un 30% o 35%.
Si queremos invertir en oro físico, podemos hacerlo mediante monedas o lingotes oficiales. Para que un lingote sea oficial, debe reunir cinco características: debe tener el nombre del fabricante, qué contiene (oro fino), la ley, el peso y el sello de la organización de fundidores, es decir, la London Bullion Market Association (LBMA).
En el caso de las monedas, deben cumplir un requisito: tienen que ser un medio oficial de pago. Y para ello la London Bullion Market Association publica todos los años una lista.
El oro aporta seguridad en épocas de volatilidad e incertidumbre. Sea en lingotes o monedas, es recomendable hacerle un hueco en nuestra cartera.