Nueva York, Boston y otras ciudades de Estados Unidos reforzaron la seguridad en la noche del viernes tras los ataques con bombas y disparos contra civiles que dejaron al menos un centenar de muertos en París, aunque autoridades dijeron que la medida fue adoptada como precaución y no por amenazas específicas.
El Departamento de Policía de Nueva York dijo que oficiales del comando de respuesta contra el terrorismo y de otras unidades especiales fueron desplegados en áreas frecuentadas por turistas, así como en el Consulado de Francia en Manhattan.
"Los equipos fueron desplegados en las áreas más concurridas de la ciudad como precaución, para tener presencia policial y brindar seguridad pública mientras seguimos el desarrollo de la situación en el extranjero", dijo la fuerza en un comunicado.
La ciudad de Nueva York, donde se produjeron los atentados del 11 de septiembre del 2001 contra el World Trade Center en los que murieron cerca de 3.000 personas y provocaron el colapso de las Torres Gemelas, es considerada un objetivo primordial de ataques de extremistas islámicos.
Los ataques casi simultáneos con armas y bombas en París habrían dejado al menos 120 muertos en varios lugares de la capital francesa, así como muchos heridos.
La policía de Nueva York no dijo cuántos agentes adicionales fueron desplegados ni especificó las zonas que protegerán. "Cada vez que vemos un ataque como este es un recordatorio de que debemos estar preparados, atentos", dijo el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, en declaraciones a la cadena de televisión ABC 7.
La Autoridad Portuaria de Nueva York y de Nueva Jersey dijo que la policía amplió la alerta a todos los puentes, túneles e instalaciones de ferrocarril, así como en el World Trade Center en Manhattan.
El secretario del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jeh Johnson, dijo en un comunicado: "No tenemos conocimiento de amenazas específicas o creíbles de un ataque contra territorio estadounidense del tipo que se produjo en París esta noche".
Laila Kearney/Reuters
(Reporte adicional de Ian Simpson en Washington y Mary Wisniewski en Chicago; Editado en español por Silene Ramírez)