La nueva cepa de coronavirus detectada en Reino Unido, que se expande con una velocidad de contagio mayor (hasta el 70%) ha provocado que varios países europeos hayan cancelado sus vuelos con las islas británicas, para evitar que esta mutación del virus llegue a sus territorios.
Desde marzo, el Gobierno británico ha ido dando bandazos y ha creado mucha incertidumbre en la ciudadanía, según explica en Capital Radio Rafa de Miguel, corresponsal de "El País" en territorio británico.
Pero en las últimas horas, el Gobierno británico ha tomado la única decisión que podía tomar: una vez se ha confirmado que existe esa cepa y que es más contagiosa, no se permite viajar a personas que procedan de las zonas más afectadas, en el sur y sureste de Inglaterra. Y es que, aunque esta variante no es más grave, las cifras de contagios son alarmantes.
Hablamos Rafa de Miguel, corresponsal de "El País" en territorio británico, sobre el caos en la frontera entre Reino Unido y Francia, a causa de la nueva cepa de coronavirus más contagiosa que ha surgido en Inglaterra
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El verdadero caos llegaba este domingo cuando Francia decidía cerrar el paso fronterizo con Reino Unido. Se suspendía así el tráfico de mercancías y personas procedentes de las islas y miles de transportistas quedaban atrapados en la frontera, desde la isla a la península, entre Dover, en el sureste de Inglaterra, y el puerto de Calais, en el noroeste francés.
Según de Miguel, hoy las estanterías de los supermercados estaban repletas, sobre todo de esos productos típicos que hemos empezado a comprar con la pandemia (como el gel hidroalcohólico) y los reponedores estaban trabajando a pleno rendimiento.
Y es que las empresas ya se estaban preparando, no para esto, sino para un Brexit abrupto (que cada vez parece más cercano), lo que había llevado a tener existencias "extra" de estos productos.
Pero el problema puede venir en las próximas semanas, si esta situación se alarga (y efectivamente se termina por materializar un Brexit sin acuerdo), con los productos frescos y perecederos.
"Es probable que en los próximos días empiecen a escasear en las estanterías, porque ahora mismo hay un caos total en la frontera de Calais y Dover (...) el caos está ahí y el desabastecimiento parece inevitable".
¿Llegará a tiempo la vacuna, ahora que el virus se expande más rápido?
Reino Unido comenzaba a vacunar a su población el 8 de diciembre y desde entonces ha conseguido inocular esa fórmula de Pfizer a medio millón de personas. Es una velocidad de vacunación más lenta de la que se esperaba, y algunos expertos ya apuntan a que habría que poner en marcha algún plan para acelerar el proceso.
Y es que si tenemos en cuenta que en dos semanas han recibido la vacuna 500.000 personas, para llegar a los 66 millones que componen la población de Reino Unido se tardarían 264 semanas. Casi 5 años. Y eso para recibir una sola dosis, cuando la vacuna de Pfizer se compone de dos.
Si la nueva del del virus se expande a más velocidad que hasta ahora, la lentitud en la vacunación podría suponer un problema, que empeore con el desabastecimiento.
En este sentido, Rafa de Miguel explica que el ejército británico está preparado para llevar la vacuna desde Bélgica (donde se fabrica) a Reino Unido. Pero también señala que esta dosis de realismo hace que la población se dé cuenta de que vendrá un invierno duro, no se pueden relajar las restricciones, y "nos toca a todos apretar un poco los dientes, aguantar y confiar en que este, que es el único remedio que conocemos, empiece a funcionar, pero evidentemente no será dentro de dos semanas".