En un informe presentado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) se recoge que el 10% de la población más rica concentra casi el 50% de los salarios que se pagan en todo el mundo. Y la brecha sigue aumentando.
El 10% de los trabajadores más pobres del mundo necesitaría trabajar tres siglos para ganar lo mismo que el 10% más rico en un año. Así lo ha explicado desde el Departamento de Estadística de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Roger Gomis, durante la presentación del estudio.
El 10% de los trabajadores del planeta perciben casi el 50% de la remuneración mundial. En el extremo contrario, el 20% de los trabajadores con ingresos más bajos, unos 650 millones de personas, que perciben menos de 1% de la bolsa mundial de ingresos laborales mundial. Es una cifra que apenas ha cambiado en los últimos 13 años.
El sueldo mensual medio del 10% más rico alcanza los 7.475 dólares y el del 10% más pobre solo llega a 22. Este informe divide los salarios en tres grandes grupos, los bajos, medios y altos. Desde 2004 hasta 2017 solo el grupo de los sueldos más altos ha mejorado, mientras que los otros dos se han visto reducidos.
El 20% de trabajadores que recibe salarios más altos habría pasado de concentrar el 51,4% de las remuneraciones en 2004 a tener el 53,5% en 2017. El 20% de asalariados que se encuentra en la parte más baja de la estadística pasaría de ganar el 3,9% del total en 2004 a solo el 3,5% en 2017, mientras que el 60% de la mitad de la tabla, lo que se consideraría la clase media, bajaría del 44,8 al 43% en esos 13 años.
Además, sobre los datos positivos, el análisis destaca que en muchos casos esconden otra nueva brecha. Por ejemplo, sí es verdad que se ha reducido la distancia entre países ricos y pobres, gracias al avance de China por ejemplo. Pero dentro de esos países pobres que han avanzado, crece la distancia entre ricos y pobres y se empiezan a polarizar los sueldos.
De hecho a nivel mundial, la desigualdad de los ingresos laborales ha disminuido desde 2004. Sin embargo, esto no se debe a una reducción de la desigualdad en los países, porque en realidad la desigualdad de remuneración a nivel nacional está aumentando.
La peor parte, en los países pobres
La OIT también concluye con su análisis de datos que en los países más pobres se dan unos niveles de desigualdad de salarios mucho más altos. En el África subsahariana, el 50% de los trabajadores en el nivel más bajo de la escala reciben sólo 3,3% de los ingresos laborales, mientras que en la Unión Europea este porcentaje aumenta hasta casi el 23% del ingreso total.
Desde la organización señalan que los países donde las personas con rentas más altas vieron su parte del salario nacional aumentar en al menos un punto porcentual incluyen a Alemania, Indonesia, Italia, Pakistán, Reino Unido y Estados Unidos. En este sentido destacan que el incremento de los salarios laborales más altos está asociado con pérdidas para todos los demás. Los trabajadores de la clase media y los que perciben los ingresos más bajos están viendo disminuir parte de sus ingresos. Sin embargo cuando la parte de los ingresos laborales de los trabajadores de ingresos medios y bajos aumenta, las ganancias tienden a ser distribuidas de manera más amplia, beneficiando a todos los trabajadores, excepto a los que reciben los salarios más altos.