Apenas queda un día para que comience la cumbre del G-20 en Shanghai y las miradas ya están puestas en China y en sus planes respecto a su moneda. ¿Cuáles son los ánimos en el país?
En un intento de sembrar la calma antes de este fin de semana, las autoridades chinas ya han descartado una inminente devaluación del yuan. Aspecto en el que ha incidido el Ministro de Finanzas chino, Lou Jiwei, quien ha asegurado además que la devaluación del yuan no figura en la agenda de la cumbre. El viceministro de Finanzas chino, Zhu Guangyao se une a esa labor de tranquilizar al mercado y asegura que el gigante asiático intentará mantener estable el tipo de cambio.
Aunque el mensaje es que no habrá devaluación del yuan y que el tipo de cambio se mantendrá estable, el vice gobernador del Banco Central Chino ya ha advertido de que no se descartan más fluctuaciones del yuan frente al dólar.
Pero aunque estos son los mensajes que se trasladan desde China, uno de los reproches que recibe el Banco Central Chino es que no se comunica abiertamente. Algunos inversores aseguran que la entidad está llevando una estrategia de comunicación demasiado hermética y eso no gusta al mercado.
Las turbulencias en el mercado y la caída de la economía mundial serán dos de los asuntos clave que los miembros del G-20 pondrán sobre la mesa. Pero tendrán alguna que otra tarea más: porque recordemos que hace menos de 24 horas el FMI publicó un informe en el que instaba al desarrollo de planes de estímulo para apoyar la economía global. La publicación insistía en que el G-20 debe llevar a cabo políticas coordinadas utilizando el espacio fiscal disponible para impulsar la inversión pública.