La primera ministra británica Theresa May pospone el voto del Parlamento sobre el Brexit ante la evidente falta de apoyo para aprobar el acuerdo firmado con la Unión Europea. Dice, concretamente, que temía perder "por un margen significativo". Un movimiento para evitar una derrota que podría hundir a su Gobierno y desbocar las negociaciones hacia un Brexit duro.
Mientras, la libra esterlina se desploma a mínimos de año y medio frente al dólar mientras los inversores reducen sus expectativas de que la Reserva Federal de EEUU frene su subida de tipos de interés antes de lo esperado.
La votación se retrasa pocas horas después de que el máximo tribunal de la UE haya dictaminado que el Reino Unido puede echarse atrás con el Brexit. Puede revocar unilateralmente y sin penalizaciones el proceso de salida de la UE, lo cual ha infundido ánimos entre los detractores del Brexit.
La incertidumbre respecto al Brexit se cotiza en el FTSE100 de Londres y la libra esterlina. El futuro de las negociaciones no aporta ninguna certeza al mercado, ya que tanto los parlamentarios que apoyan un Brexit duro como los que quieren vínculos más estrechos con la UE, han anunciado públicamente que no aceptarán el acuerdo de divorcio que May ha firmado con la UE.