Seis meses después de que los países OPEP y once países externos al cártel -incluida Rusia- acordaran recortar la oferta a cerca de 1,8 millones de barriles por día, los precios han mejorado un 20% aproximadamente, pero los inventarios se han mantenido altos y la producción estadounidense ha aumentado.
A pesar del acuerdo, los futuros del crudo caen a esta hora un 2%, hasta dejar el precio del Brent en 53,97 dólares y el West Texas en los 50 dólares por barril.
Los recortes probablemente los compartan de nuevo el grupo de no miembros de la OPEP, encabezados por Rusia, que ha reducido la producción en línea con la Organización de Países Exportadores de Petróleo desde enero. Ambos grupos se reunirán esta misma tarde en Viena.
El recorte ha ayudado a impulsar de nuevo el crudo por encima de los 50 dólares el barril este año, dando un impulso fiscal a los productores, muchos de los cuales dependen de los ingresos de la energía y han tenido que tirar de las reservas en divisa extranjera para cubrir agujeros presupuestarios. Belén San José, analista de Bankinter, nos habla de las posibles consecuencias que este acuerdo podría tener en los mercados.