En España, la morosidad en los créditos comerciales aumentó dos puntos en el mercado nacional, hasta el 44%, y uno en las operaciones de exportación, hasta el 42%. La morosidad en España afecta al 90% de las empresas en doméstico y al 84% en los mercados exteriores. Las principales razones de la morosidad en España son las mismas que en Europa Occidental: insuficiencia de fondos (53%), financiación alternativa (28%) y la complejidad del procedimiento de pago (21%). La morosidad obliga al 30% de las empresas españolas a posponer sus propios pagos a proveedores y provoca pérdida de ingresos al 17%. La morosidad más prolongada se da en la industria química, y servicios a empresas.
El porcentaje de impago en España (1,5%) sigue siendo uno de los más altos en Europa Occidental. Las mayores tasas de impago se concentran en los sectores de materiales de construcción, bienes de consumo duradero y servicios.
El 25% de las empresas españolas esperan un empeoramiento del comportamiento en pago de sus clientes B2B y un 23% una mejoría. Tras las empresas alemanas (23%), las españolas (22%) son las más inclinadas a modificar su gestión de crédito para protegerse contra el impacto de Brexit, la desaceleración en Asia y el proteccionismo estadounidense.