La inflación alcanza en diciembre su nivel más alto desde julio de 2013. El Índice de Precios de Consumo, revisado al alza por el INE, sube hasta el 1,6% en tasa anual, nueve décimas por encima de la registrada el mes anterior. La subida de los precios de los lubricantes y de la electricidad impulsan el IPC. En tasa mensual, los precios suben un 0,6%.

La inflación subyacente, que excluye los precios de alimentos no elaborados y productos energéticos, sube el 1% anual en diciembre, dos décimas más que el mes anterior. Mientras que el IPC armonizado con la Unión Europea se mantiene en el 1,4% interanual frente al 0,5% registrado en noviembre, en línea con las previsiones del mercado.

El transporte es el principal responsable del aumento de la inflación, con un incremento del 4,7% (tres puntos por encima del mes anterior), debido al alza de precios de los carburantes y lubricantes. En menor medida influye la vivienda, con un alza del 0,8% (más de un punto superior), por el mayor encarecimiento de la electricidad, así como por el incremento de precios del gasóleo para calefacción y del gas, que disminuyeron en 2015.

El ocio y la cultura también tiran de los precios en el último tramo del año, al aumentar su tasa de crecimiento más de dos puntos hasta el 0,5%, por el mayor encarecimiento de los viajes organizados. Los alimentos y bebidas no alcohólicas aumentan sus precios el 0,8% por el encarecimiento de las legumbres y hortalizas frescas y por el menor abaratamiento de las frutas frescas.

En sentido contrario, destaca la repercusión negativa que tiene el segmento del vestido y el calzado, cuyos precios bajan el 2,1 %, por el abaratamiento derivado del comienzo de la campaña de rebajas de invierno.