Primero era una guerra comercial, después empezaron a llamarlo “guerra tecnológica” y ahora podría ser una “guerra de talentos”. El conflicto entre Estados Unidos y China ya apunta directamente hacia el talento. El equipo de Trump cree que el hecho de que haya más de 360.000 chinos estudiando en Estados Unidos es peligroso porque “les roban la información”, y el gobierno chino ya ha advertido a sus jóvenes de que estudiar en el país americano puede ser arriesgado. ¿Cuántos chinos estudian las materias más relacionadas con la inteligencia? ¿Cuántos trabajan en el sector tecnológico? ¿Tiene Trump motivo para pensar que los estudiantes chinos son "espías" del gobierno del país asiático? Te lo contamos en el siguiente reportaje.
Según el gobierno americano un 25% de esos 360.000 estudiantes chinos se especializan en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, sectores clave para la inteligencia americana. Además, según un estudio del Instituto Australiano de Política Estratégica, desde 2008 China ha fomentado que más de 2.500 científicos e ingenieros militares chinos viajaran a Estados Unidos para hacerse pasar por estudiantes universitarios. El propio director del FBI, Christopher Wray, dijo el pasado mes de abril que una de las maneras en las que China roba información es a través de los estudiantes.
Desde que arrancó su presidencia, la administración Trump ha dedicado extensos análisis al robo de información por parte de los estudiantes chinos y ya ha empezado a actuar. Por ejemplo, el número de estudiantes chinos en Estados Unidos en 2018 creció un 3,6%, casi la mitad del ritmo del año anterior. Además, el porcentaje de visas chinas rechazadas ha subido hasta un 13,5% en el primer trimestre de 2019 en comparación con el 3,2% del mismo periodo del año anterior, según datos del gobierno chino.
Pero no solo están intentando deshacerse de estudiantes chinos. Hace unas semanas la universidad americana de Emory despidió a dos investigadores chinos porque no habían revelado de dónde habían estado percibiendo financiación procedente del país asiático, y en abril la universidad de Texas expulsó a otros tres porque podían haber cometido violaciones de reglas de confidencialidad y podrían tener vínculos con el extranjero.
Al gobierno americano le preocupa que China sea el principal país de procedencia de sus estudiantes extranjeros pero también el que más trabajadores proporciona al sector de alta tecnología. Según el Wall Street Journal, entre 2013 y 2017 el gobierno americano aprobó que más de 4.000 chinos pudieran trabajar en el sector fabricación de chips.
Claro que si lo comparamos con los 367.000 del total de empleados del sector de semiconductores en Estados Unidos, según la oficina de estadísticas de empleo americana, resulta difícil ver cómo esos 4.000 chinos pueden suponer una amenaza.