Pocas horas después de haber valorado a los servicios mínimos de la huelga de transportistas de materias peligrosas como satisfactorios, pese a algunos hechos aislados que se dieron a primera hora de la mañana y anunciar que no se emplearían a las fuerzas armadas para garantizar el suministro, el primer ministro portugués, Antonio Costa ha dado un paso atrás.
El ejecutivo socialista ha puesto sobre las manos de la Guardia Nacional Republicana y la Policía de Seguridad Pública el suministro de combustibles en medio de un relevante estado de “alerta energética”.
Tiago Antunes, secretario de Estado de la presidencia del consejo de ministros de Portugal, subrayaba que la medida ya ha sido aprobada por el consejo de ministros y que lo que tratan es de "asegurar el cumplimiento de los servicios mínimos establecidos".
La agencia de noticias de Portugal, LUSA, afirma que todos los conductores de materias peligrosas están trabajando en este segundo día de huelga y el primero tras haber aprobado el decreto de Solicitud Civil que obliga a los trabajadores a volver al trabajo para garantizar el suministro.
No obstante, el representante sindical, Pedro Pardal Henriques ha confirmado esta misma mañana a la RTP, la radio televisión pública portuguesa, que los trabajadores únicamente trabajarán ocho horas, menos de las que estipulan sus contratos a fin de mantener la huelga de manera indefinida hasta que se pacte un nuevo convenio con la patronal.
Fernando Velasco, presidente de patronal ANTRAM (Asocación Nacional de Transporte y Mercancías de Portugal), asegura, en declaraciones a Onda Cero, que están dispuestos a negociar, siempre y cuando se desconvoque la huelga. "De otra manera no será posible un pacto" asevera Velasco.
Los conductores lusos, como el lisboeta Carlos Pessoa, aquejan que no entienden cómo los conductores pueden estar boicoteando a los trabajadores "antes que sentarse a negociar".
Muchas de las estaciones de repostaje lusas han tenido que echar el cierre en estos últimos días de huelga y muchas otras sobreviven con límites de combustible de hasta 25 litros por vehículo lo que ha llevado a muchos portugueses a emigrar a gasolineras españolas, sobre todo las situadas en las regiones fronterizas de Huelva y Badajoz.
Según ANTRAM, la adhesión a la huelga no llegó a superar el 1% mientras que los sindicatos cifran el seguimiento en el 80% y denuncian que el Gobierno y las empresas están haciendo todo lo posible para que se cumplan los servicios mínimos que ellos habían decidido no cumplir.
Alerta energética
La huelga de transportistas está convocada por un periodo indefinido y de no ser desconvocada, la situación de emergencia energética estará activada hasta, al menos, el próximo 21 de agosto, días antes de que comience la campaña para unas elecciones generales que llevarán a los lusos a escoger al nuevo ejecutivo el próximo mes de octubre.
Sin embargo, el primer ministro Costa en declaraciones al canal de televisión SIC Noticias asegura que su Gobierno no es rehén de las elecciones y que se llevarán a cabo todas las medidas que se tengan que tomar independientemente del coste electoral que puedan acarrear.