La OPEP "ya no es lo que era, ya no manda como antes". Es un mensaje repetido en los últimos meses por los expertos del mercado. Explica Díaz Fernández que, cada vez más, las mejoras tecnológicas afectan al precio y, especialmente, a los importadores tradicionales de petróleo que dependen menos del exterior.
Es el caso de Estados Unidos, que en 2006 producía solo el 40% del crudo que consumía y en diez años esa cifra se ha elevado al 80%. A pesar del cambio de tendencia en el mercado y de que el gas y la tecnología van ganando posiciones en la carrera por el mercado energético, argumenta que todavía queda petróleo para rato, especialmente en la automoción y el transporte marítimo y aéreo, donde "es más difícil de sustituir".