La economía de Alemania reduce a la mitad su tasa de crecimiento en el tercer trimestre del año. El PIB germano crece un 0,2%, a pesar del aumento del consumo privado y de un mayor gasto estatal. En tasa anual, la economía germana crecen un 1,5%, una cifra inferior a lo esperado.
El débil comercio exterior frena la actividad de la locomotora europea y resta 3 décimas al avance del PIB, tras una caída de las exportaciones del 0,4% en el trimestre y una subida del 0,2% en las importaciones.
El gasto estatal aumenta un 1% en el tercer periodo del año, contribuyendo con dos décimas al PIB. Alemania está gastando miles de millones de euros en acomodar e integrar a más de un millón de inmigrantes que han llegado desde comienzos de 2015, la mayoría de ellos desde zonas de guerra como Siria e Iraq.
Por su parte, el gasto de los hogares avanza un 0,4% y agrega dos décimas al crecimiento económico entre julio y septiembre, al beneficiarse los consumidores de un empleo récord, además de subidas salariales y bajos costos en los préstamos.
Por otro lado, la inversión en construcción sube un 0,3% ya que los alemanes, una vez mejorada la seguridad en el empleo y teniendo en cuenta las bajas tasas de interés, alimentan el auge inmobiliario. A pesar de ello, la construcción no contribuye a la mejora del PIB durante el tercer trimestre.
Además, la inversión en equipos y fábricas cae un 0,6% en el periodo, una señal de que las empresas están reteniendo la inversión, a pesar de la política de dinero barato del Banco Central Europeo.