La Comisión Europea ha presentado sus previsiones macroeconómicas de invierno en las que rebaja seis décimas su previsión de crecimiento en la eurozona para 2019 hasta el 1,3%, mientras que para el conjunto de la Unión Europea la reduce cuatro décimas, hasta el 1,5%.
El Ejecutivo comunitario también revisa a la baja el crecimiento del PIB en 2020 para los 19 países que comparten la moneda única hasta el 1,6 %. Para los veintiocho la deja en el 1,7%.
La previsión para Alemania es de una caída del 1,8% en noviembre al 1,1% en la de este mes de febrero, Italia crecerá un punto menos este año, del 1,2% al 0,2% y Holanda 7 décimas, del 2,4% al 1,7 %. Francia también crecerá menos del 1,6% en la estimación de noviembre al 1,3% en la de febrero.
Por lo que a la inflación se refiere, Bruselas espera que se sitúe en la eurozona en el 1,4% este año y en el 1,5 % el siguiente, mientras que en los Veintiocho será del 1,6 % en 2019 y del 1,8 % en 2020.
España
La Comisión baja una décima su previsión para España tanto este año como el siguiente al 2,1% y 1,9%, respectivamente. El comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, explica que se debe principalmente a la ralentización registrada en el consumo privado, al tiempo que espera que la creación de empleo se modere en parte por la subida del salario mínimo.
También adelanta que la economía española se expandió un 2,5% en 2018, el mayor incremento entre las grandes economías europeas y por encima de la media de la eurozona que fue del 1,9%.
Mocovici asegura que "el PIB de España retomó su impulso en el último trimestre del 2018 y “se expandió con un robusto 0,7%".
Riesgos
En su comunicado la CE reconoce que existe un alto grado de incertidumbre en torno a las perspectivas económicas y las previsiones están sujetas a riesgos a la baja considerables. Las tensiones comerciales, que han venido pesando en el clima económico desde hace un tiempo, se han reducido en alguna medida, pero siguen siendo motivo de preocupación. La economía china se puede estar ralentizando más de lo previsto y los mercados financieros mundiales y muchos mercados emergentes son vulnerables a los cambios bruscos en el clima de riesgo y las expectativas de crecimiento. En el caso de la UE, el proceso del «Brexit» sigue siendo una fuente de incertidumbre.