La alerta es máxima, pero no como en el Chernóbil de 1986 y, también, un poco en el de este 2022 de guerras pero hay que estar tranquilos. ¿Habrá ralentización del crecimiento económico? sí, lo dice ya hasta la Reserva Federal.
¿Tendremos altas tasas de inflación, al menos, en el corto plazo? Sí, esto viene de boca de la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde.
Entonces, ¿estamos abocados a la estanflación? No. ¿Por qué? Porque el fenómeno, como tal, de bajo crecimiento e inflación alta se va a dar, de hecho, se está dando, pero no en los números como para hablar, como tal, de estanflación.
Escucha el resumen semanal completo en este podcast de El Balance:
Mientras tres millones de españoles sufren con el polvo del Sáhara Rusia bombardea un teatro con niños y China "se pone seria" con Estados Unidos
Mientras, guerra en Ucrania y Rusia lucha en el frente; quien le mece la cuna, China, pisa el acelerador y su divisa, el Yuan, trata de ganarle terreno al dólar estadounidense. Aislar a Occidente para construir el nuevo orden mundial a partir de la Gran Muralla. Porque los mercados, al principio de la semana de capa caída.
Y luego algo mejor porque Xi Jinping, el líder chino dijo que a él la guerra le importa poco. Al menos sobre el terreno porque en lo económico enseguida saca los tanques.
Arabia Saudí, es ahora su nuevo objetivo. De reino de los petrodólares podría pasar a convertirse en el reino de los petroyuanes. La veda se abrió con la llegada del republicano, Donald Trump, quien se decía “decepcionado” por la presencia, básicamente, de China en el mundo. A él, durante las ruedas de prensa, le preguntaban insistentemente sobre su papel (y relación) con Pekín y respondía que le hicieran esa pregunta a Xi Jinping.
Mandatario todo poderoso del dragón asiático que ahora parece querer despertar y con quien el sucesor de Trump en el cargo, el demócrata, Joe Biden si parece que tiene establecida una conexión telefónica. Para lo bueno y para lo malo. A día de hoy Washington, está claro, domina el mundo. Al menos el occidental.
¿Conclusión? Ni con Washington ni con Pekín. Ahora solo queda esperar a ver qué pasa.
El 'pobre de mí'
Y mientras en Madrid, el consejero de Educación, Enrique Ossorio, dejando varias perlas en una comparecencia de prensa que, luego, pensaría que se podría haber ahorrado.
A Ossorio se le preguntaba este miércoles por un informe de Cáritas en el que alertaba de que el número de pobres crece hasta un 22% en Madrid, pero este hombre, conviene recordar sus palabras dice que no los ve.
En Sevilla, el consejero andaluz de Salud, Javier Aguirre, hablando de "violencia intrafamiliar” y no violencia machista. Hablando como la ultraderecha.
Algo parecido le ha pasado a Alfonso Fernández Mañueco en Castilla y León o al nuevo presidente, presidencial al menos, de la formación, Alberto Núñez Feijoo, presidente de la Xunta de Galicia que también se ha liado.
El presidente 'viajero'
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, esta semana ha andado esta semana como Willy Fog de un lado para otro. Croacia, Rumanía, Eslovaquia… ¿la última parada? en Roma acaba de terminar la cumbre convocada por Italia con España, Grecia y Portugal.
Los países mediterráneos coinciden en que hay que llevar a la cumbre de líderes europeos de finales de mes la reforma del mercado eléctrico, que hay que llevar a cabo pactos para soluciones inmediatas tal y como reconocía hace unos instantes ante los periodistas el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Aboga Sánchez por acciones concretas. En Francia, por ejemplo, el presidente francés, Emmanuel Macron, abre la puerta a tomar el control de algunas empresas energéticas.
Actores suplementarios, en referencia a Rusia y su papel como suministrador de petróleo y gas a Europa que deberá cambiar por el conflicto bélico. Un frente que cambiará el nuevo orden mundial tal y como reconocía hace unos instantes ante los accionistas, el presidente del BBVA, Carlos Torres Vila.