Uno de los personajes de referencia en la economía española es Emilio Ontiveros. El presidente y fundador de AFI, reflexiona en Capital Radio sobre la situación actual y sobre las enseñanzas que nos ha dejado la crisis de 2008.
Ontiveros cree que no hay razones para el pesimismo, considera posible que el sistema económico se apuntale con la disminución de las desigualdades y señala que existen razones para convertir la tecnología en un instrumento de progreso y bienestar y no en una amenaza.
Son algunas de las reflexiones que este economista realiza en su último libro “Excesos: Amenazas a la prosperidad global”. Ontiveros analiza los últimos 30 años en lo que considera que se han llevado a cabo una serie de excesos que se precipitaron en la crisis de 2008. Ahora es el momento de analizar qué disfunciones se han cometido y qué margen hay de corrección.
Luis Vicente Muñoz entrevista en Capital Radio al presidente y fundador de AFI
El presidente de AFI comenta que, coincidiendo con la salida de la crisis, han llegado al poder una serie de opciones políticas que no son partidarias de la globalización y “asistimos, con las secuelas de la crisis, a un neoproteccionismo inquietante”
Ontiveros se pregunta, entre otras cosas, por qué si la globalización es objetivamente buena surgen estos movimientos o qué sentido tiene la vuelta a los localismos que son un freno para el progreso. A su juicio, el exceso de globalización y sin control genera una serie de inconvenientes que ha favorecido esa situación.
Cree este experto que el ruido, la incertidumbre sobrevenida, genera inhibición en decisiones de inversión. “Cuando el comercio cae, hay que tocar madera”, señala en la entrevista que ha mantenido con Luis Vicente Muñoz.
La inversión está agarrotada
Ontiveros señala que la inversión está agarrotada a pesar de que los tipos de interés son muy bajos debido a la mezcla de ruido y de información incompleta. Considera que “la realidad desafía a los libros de texto” y se pregunta cómo es posible que la inversión esté parada, la productividad de las empresas esté estancada, tengamos balsas de liquidez inmensas a tipos bajos y la formación bruta de capital esté parad
Sobre la situación en España, apunta que nuestro país está haciendo cosas muy bien como, por ejemplo, asignar talento a emprender. Añade que buena parte de que nuestro país haya resistido a la interinidad política con crecimiento económico tiene que ver con que muchas personas se han puesto a emprender. La solidez de las empresas está contribuyendo a que la economía española crezca.
Entre sus reflexiones, Ontiveros señala que no hay ningún mecanismo alternativo al mercado como vía de asignación de recursos y ahora es necesario aprovechar la experiencia que han dejado los excesos para "ajustar la maquinaria, no desmontarla", para que el bienestar se propague entre la gente.