Mc Connell reconoce ciertas concesiones a los demócratas: "Suponiendo que el gobierno permanezca abierto, sería mi intención proceder con la legislación que se ocuparía de DACA (Dreamers), la frontera de seguridad y otras cuestiones relacionadas. También es mi intención retomar una legislación con respecto a un mayor gasto en defensa, ayuda en casos de desastre y otros asuntos importantes. El cierre debería detenerse hoy. Y pronto tendremos una votación que nos permitirá hacer exactamente eso".
Aunque inicialmente la Casa Blanca y los líderes republicanos dijeron que no negociarían con los demócratas sobre inmigración hasta la reapertura del gobierno. Carlota García Encina, investigadora del Real Instituto Elcano, explica en Capital Radio que los demócratas "han decidido utilizar el DACA como herramienta de presión para el gran presupuesto posterior". Además, señala que el mayor impacto del cierre del gobierno recaerá sobre la imagen del Gobierno de Trump.
El líder demócrata, Chuck Schumer, quiere un acuerdo a largo plazo aunque no se ha opuesto a la votación de hoy. La Administración calcula que unos 800.000 funcionarios, de un total de 3,5 millones, están suspendidos de sueldo hasta que el Congreso alcance un acuerdo presupuestario.
El Senado no aprobó el pasado viernes los fondos para financiar al Gobierno y abocó al Ejecutivo de Trump a un cierre parcial e indefinido que entró en vigor a partir de esa medianoche.
La propuesta presupuestaria de los republicanos obtuvo más votos a favor (50) que en contra (48), pero fueron insuficientes para aprobar un proyecto de ley que requería el respaldo de 60 senadores.
Esa iniciativa, que la Cámara Baja sí aprobó el jueves, dotaba de financiación al Gobierno hasta el 16 de febrero, dando más tiempo a demócratas y republicanos para pactar unos presupuestos definitivos.