EEUU espera pactar más sanciones con China contra Corea del Norte tras sus últimos ensayos con misiles. Además ha advertido a otros países de que deben aumentar la presión sobre Pyongyang.
La embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Nikki Haley, dijo a los periodistas que su país sigue negociando con Pekín nuevas medidas, pero todavía no hay un acuerdo definitivo. La representante estadounidense defendió que el programa nuclear y de misiles norcoreano es una amenaza para todo el mundo, y aseguró que Washington va a "apretar los tornillos" al régimen de Kim Jong-un.
La embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Nikki Haley, asegura que todavía no tienen con Pekín un acuerdo definitivo: "Hemos trabajado bien con China, realmente han intentado ayudarnos en nuestras comunicaciones con Corea del Norte. Hemos visto que han fortalecido las sanciones y que otros países están tratando de llenar ese vacío. Y te diré que si eres un país que está suministrando o apoyando a Corea del Norte, te llamaremos y nos aseguraremos de que todo el mundo sepa quién es y nosotros también nos dirigiremos a esas sanciones hacia ti".
Haley desvela que tanto China como Estados Unidos trabajan con Japón y Corea del Sur en un plan común para responder a Pyongyang. El nuevo gobierno de Seúl también ha mandado enviados para negociar y el presidente Moon afirma que responderán a cualquier provocación como esta que llega desde el Norte en un comunicado leído en la televisión estatal: "Rechazamos totalmente el informe oficial presentado por el Consejo de Seguridad de la ONU, que se basa en el sentimiento anti-Corea del Norte de los Estados Unidos y cuestiona nuestra autodefensa y disuasión nuclear. Estamos dispuestos a luchar contra los Estados Unidos si deciden provocar a nuestro país con operaciones militares. El sistema de armas más completo del mundo no debería ser propiedad exclusiva de los Estados Unidos y habrá un día en que podamos usar medidas de represalia de ese nivel".
Corea del Norte rechaza de manera "total y categórica" la condena de la ONU contra el misil de medio rango que disparó a modo de prueba el pasado domingo y recordó que EE.UU. también probó recientemente proyectiles intercontinentales sin ser objeto de crítica.
El último lanzamiento norcoreano se produjo en un momento de especial tensión en la península debido a que las insistentes pruebas de armas del régimen de los Kim han motivado un endurecimiento de la retórica de la Administración Trump, que ha insinuado que podría realizar ataques preventivos contra Pyongyang.