Porque según los expertos en comunicación política, los debates suelen mover pocos votos. Menos de una de cada diez personas declara cambiar su voto después de un debate. La idea de estos duelos, por tanto, es más afianzar al votante ya decidido. Pero para eso, debe estar preparado para los posibles ataques de sus adversarios. Porque aunque una buena interpretación no tiene por qué influir decisivamente, un error puede pagarse caro. Escuchamos a David Redoli, Sociólogo y Presidente de la Asociación de Comunicación Política (ACOP).
Así, una buena estrategia no consistiría tanto en tomar una actitud de ataque, sino más bien de defensa. En estos debates es importante medir muy bien los ataques. De modo que esta noche no esperamos que el perfil de los candidatos sea tan agresivo como hemos podido ver en otras ocasiones.
Por supuesto, los candidatos se entrenan a fondo para presentar una imagen serena, transmitir seguridad y saber afrontar cualquier obstáculo.
Ante todo, entrenan dos aspectos: por un lado, el lenguaje verbal (contenidos, estrategias y argumentos) y el lenguaje no verbal (hay que tener en cuenta que en TV comunica mucho lo que no se dice. En el lenguaje no verbal, tienen que controlar los gestos y tics. Un ejemplo lo vemos en Pablo Iglesias, al que en una ocasión le advirtieron de que tuviese cuidado con el pestañeo porque pestañea demasiado cuando se pone tenso. Se cuida hasta el más mínimo detalle.
Y, por supuesto, el tema clave será el bolsillo de los españoles. El último CIS señala que los ciudadanos ven la situación económica como mala o muy mala y la corrupción es otra de las preocupaciones. Pero claro, a la hora de entrar en temas económicos, los candidatos deben vigilar su lenguaje, puesto que se trata de un tema muy especializado del que quizás muchos espectadores no estén tan al corriente. ¿Será un debate económico? Esto decía el experto en comunicación política David Redoli:
Ya está todo servido para el debate de esta noche. Un segundo debate para unas segundas elecciones, un debate en el que esta vez sí veremos a Mariano Rajoy. En guardia.
IMAGEN: Flickr/Jairo Vargas Martín