El gobierno cubano anunció oficialmente en los últimos días que ampliará los permisos de trabajo para determinadas industrias la actividad privada. La medida apunta a las pequeñas empresas y a los autónomos, en un intento de Cuba por ponerle un freno a la crisis económica, golpeada también por la pandemia. Así, de las 127 industrias permitidas hasta ahora, el número se incrementará a 2.110.
La nueva modificación en la legislación económica cubana despierta esperanzas e incertidumbres. ¿Cambiará en algo la situación de las empresas españolas en Cuba?
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En conversación con ‘El Balance’, el investigador principal por América Latina del Real Instituto Elcano, Carlos Malamud, afirmó que la apertura “es una manera de evitar que el golpe sobre la sociedad aumente de forma considerable, intentando recolocar en el sector privado a decenas de miles de personas que van a quedar desocupadas en el sector público”.
En palabras del especialista, esta nueva medida surge en un contexto de temor, por parte de los sectores más ortodoxos, a perder el control de la economía. No obstante, el accionar del gobierno viene a intentar paliar una crisis agravada por el coronavirus. De hecho, el año pasado, la economía cubana se desplomó en un 12% (en gran parte por la interrupción del turismo), significando su peor caída en los últimos 30 años.
Con respecto a si cambiará en algo la situación de las empresas españolas radicadas en la isla latinoamericana, según Malamud, todo seguirá igual. “Va a seguir funcionando en líneas generales de la misma manera, teniendo que adecuarse a los serios problemas de la economía del país que afectan no solamente a las empresas nacionales sino también a las extranjeras”, dijo.
"Luego lo que veíamos era frustración"
Por otro lado, Xulio Fontecha, presidente de la Asociación de Empresarios Españoles en Cuba, no opina lo mismo. “Las empresas españolas se beneficiarán de la situación desde muchos puntos de vista”, afirmó a ‘El Balance’.
Y añadió: “Vienen nuevos tiempos y el sector privado cubano demanda de todo”. En este sentido, especificó que entre estas demandas se encuentra la financiación, tecnología, maquinaria, materias primas, asociaciones para el progreso, clientela, todos rubros con oportunidades para los empresarios españoles.
De cara al futuro, Fontecha señaló que “en los próximos años vamos a asistir a un proceso de intensificación de la presencia empresarial española en Cuba”.
Por su parte, Malamud se mostró un poco más cauto al respecto: “Hemos vivido otros momentos en los cuales se anunciaban medidas importantes y luego lo que veíamos era frustración, retrocesos y marcha atrás; habrá que ver cómo sigue esto”.
Vale la pena destacar que España es el tercer principal socio comercial de Cuba después de China y Venezuela; el primero si solamente se toma en cuenta el sector privado. A día de hoy, existen más de 300 españolas registradas en la isla latinoamericana.