China es el principal socio comercial de Corea del Sur, por lo que la caída de su demanda interna está afectando especialmente en la región al PIB coreano, cuyo modelo económico basado en la exportación y los chaebols ya no es capaz de proporcionar suficientes empleos y crecimiento del poder adquisitivo. La disminución de la demanda de China está ralentizando el crecimiento de otros mercados. Es el caso de Malasia, muy vulnerable al debilitamiento del apetito de los inversores por los mercados emergentes, Tailandia o la ciudad Estado de Singapur, nudo logístico y financiero cuya estrategia a largo plazo, que está empezando a dar sus frutos en el sector biomédico, se centra en fortalecer la industria de alta tecnología. Las empresas taiwanesas no sólo sufren por la disminución de la demanda china, sino por la creciente capacidad de las industrias vecinas del continente para ascender en la cadena de valor tecnológico en sectores clave como los semiconductores. Para competir con China, Taiwán está forzado a buscar nuevas alternativas de alto valor añadido en el medio y largo plazo.