En España, el informe prevé una caída de las quiebras empresariales en torno a un 8%, impulsada por el crecimiento del PIB, el robusto consumo, la caída del desempleo y el aumento de la inversión, la producción industrial y las exportaciones. A pesar de esa evolución, los niveles de insolvencia seguirán muy por encima en España de sus valores previos a la crisis. A pesar del desapalancamiento de familias y empresas durante 2016, sus niveles de deuda siguen por encima de los promedios de la eurozona.
En Francia, tras situarse en máximos históricos en 2015, los niveles de insolvencia disminuyeron en 2016. En 2017 el informe difundido por Crédito y Caución prevé una nueva caída del 5% aunque remarca que el número de insolvencias seguirá por encima de sus niveles previos a la crisis en un entorno de modesto crecimiento económico por debajo de la media de la eurozona.
En Italia se prevé una modesta caída de las insolvencias en 2017, tras años de constantes aumentos, en línea con el débil desempeño económico del país y los problemas de liquidez de las empresas italianas agravados por el comportamiento en pagos del sector público. En 2017 se espera un descenso de las insolvencias del 4% pero el número de casos seguirá duplicando el de 2008.
En Austria, a pesar de la mejora del crecimiento del PIB impulsada por el consumo interno, la disminución del desempleo y el aumento de las exportaciones, las insolvencias crecieron un 1,5% en 2016, y se prevé que aumenten aún más, en torno al 3%, en 2017.
En Bélgica, los niveles de fracaso empresarial se mantendrán estables en 2017, en un entorno de modesto crecimiento económico, aunque todavía sensiblemente por encima de su valor previo a la crisis.
En Irlanda, tras seis años de aumento, las insolvencias irlandesas comenzaron a descender en 2013. Esta tendencia positiva se desaceleró en 2016 pero se mantendrá en 2017, cerca del 3%. Dicho esto, el Brexit arroja algunas incertidumbres. La economía irlandesa ha crecido durante 2015 y 2016 basada en una sólida demanda interna, inversión y crecimiento de las exportaciones pero las empresas dependientes de las ventas al Reino Unido están sufriendo la depreciación de la libra frente al euro.