Los últimos ocho años están camino de convertirse en los más cálidos de la historia del planeta Tierra. Es la advertencia que lanzaba hace unas horas la Organización Meteorológica Mundial (OMM) desde Sharm El Sheikh (Egipto).
Una "señal de socorro" por la que se dan cita más de 50.000 expertos y representantes políticos durante la próxima semana en el país africano en el marco de la COP27.
En su último informe anual, la OMM advertía de que en este 2022 la temperatura media ha estado 1,15ºC por encima de la registrada en la época preindustrial y peligrosamente cerca del límite pactado en 2015 en París situado en los 1,5ºC.
Así, el documento asegura que solo 24 de los 193 países han aumentado sus ambiciones climáticas este año en el camino hacia sus compromisos climáticos.
"El cambio está ocurriendo a una velocidad catastrófica, devastando vidas y medios de subsistencia en todos los continentes", denuncia el organismo ante la llegada de los más de 110 jefes de Estado y de Gobierno llamados a solventar esta situación con medidas que pongan fin al cambio climático y enfilen, de una vez por todas, la transición energética hacia fuentes de energías renovables que pide a gritos la Tierra.
El nivel del mar, otra de las señales de peligro que nos pone el planeta sobre la mesa, se ha duplicado desde 1993, y solo los últimos dos años y medio han representado el 10% del incremento de la masa acuática desde que se tienen registros.
Perdidas y daños
A Egipto se llega con nuevos conceptos sobre los que discutir como el de "pérdidas y daños". En este apartado, Naciones Unidas habla de los costes en los que incurren las economías por el impacto del cambio climático.
Hasta ahora, la guerra se ha librado - y centrado - en reducir las emisiones de gases contaminantes. Sin embargo, con esta nueva política se pretende compensar a aquellos países que por los desmanes de Occidente no pueden ahora servirse de las energías fósiles para desarrollarse económicamente.
Un informe de la ONU de junio estima que 55 países en situación de vulnerabilidad han perdido más de 525.000 millones de dólares por el cambio climático, lo que equivale a alrededor del 20% de su PIB. Además, algunas investigaciones sugieren que para 2030 tales pérdidas podrían alcanzar los 580.000 millones de dólares/año.
Ayuda que no llega
En la cita de hace un año de Glasgow, se observó un carrusel de compromisos de los diferentes países, también de España.
En este caso, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez anunciaba el compromiso del país de aumentar un 50% su aportación al Fondo Verde del Clima hasta llegar a los 1.350 millones de euros anuales a partir de 2025 (más de 1.560 millones de dólares al cambio actual).
Así, poco o nada de este dinero ha llegado y frustradas por las dificultades y los retrasos en la obtención de los fondos, las economías en desarrollo y emergentes llegan a Egipto unidas para exigir que se establezca un fondo de pérdidas y daños en la COP27.