El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, asegura que las autoridades chinas le han remitido un contacto en el que se muestran dispuestas a negociar para discutir de nuevo un acuerdo comercial que satisfaga los intereses de ambas potencias.
"China llamó la pasada noche a nuestros responsable comerciales y pidieron volver a la mesa... Es un acontecimiento muy positivo para todo el mundo" asegura Trump y afirma que estos pasos confirman que Xi Jinping “es un gran líder” que comprende “cómo funcionan las cosas”.
Este comunicado llega tres días después de que el gobierno chino anunciara la imposición, a partir del próximo 1 de septiembre, de aranceles adicionales de entre el 5% y el 10% sobre más de 5.000 productos procedentes de Estados Unidos por un valor agregado de 75.000 millones de dólares, unos 67.700 millones de euros.
A esta medida, la Casa Blanca afirmó que aumentaría dos rondas de aranceles anunciadas previamente y que aún no han entrado en vigor, y además avanzó que podría invocar la Ley de Emergencia Nacional para ordenar a las empresas estadounidenses que operan en China que abandonen sus actividades en ese país
Lui He, viceprimer ministro chino, señala que su país prefiere "unas negociaciones tranquilas antes que una escalada de la guerra comercial". Por su parte, Geng Shuang, portavoz del ministerio de exteriores chino insta a Washington a dejar de comportarse de manera "impulsiva" y le piden a la Trump que se mantenga "la premisa de igualdad y respeto mutuo".
Y mientras Pekín restablece los contactos con Washington para acercar las posiciones, Trump se encuentra en Biarritz, en el marco de la cumbre del G7, manteniendo una serie de contactos que permitan, como dijo en su comparecencia del pasado jueves, abrir los mercados europeos, japonés y canadiense a las empresas estadounidenses.
Las dudas de Trump
En una conversación mantenida el pasado domingo con los periodistas que cubren el acontecimiento, Trump dejó entrever una serie de dudas sobre sus acciones en la guerra comercial de china. Aseguró que él duda siempre, “sobre todo”.
No obstante, pocas horas después, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, tuvo que salir al paso y emitió un comunicado en el que señalaba que el comentario del Trump había sido “muy mal interpretado” y que lo que, en realidad, quería decir era que lamentaba no haber subido los aranceles “aún más”.