Para ello, reforzará la protección de los derechos de propiedad intelectual de las empresas extranjeras para fomentar la competitividad y apertura de su economía. Así lo ha anunciado el presidente, en la sesión inaugural del Foro de Boao, el "Davos" asiático. También ha reiterado su compromiso para crear un ambiente más atractivo para la inversión. En clara referencia al conflicto con los EEUU, Xi añade que se alineará con las reglas del comercio internacional, aumentará la transparencia, aplicará las leyes, fomentará la competencia y se opondrá al monopolio.
En este sentido, se volverá a instaurar este año una Oficina Estatal de Propiedad Intelectual, que velará por el cumplimiento de la ley, endurecerá las penas de quienes no la cumplan y promoverá la transferencia tecnológica entre compañías nacionales e internacionales.
En los primeros seis meses del año el Gobierno concluirá la revisión de la lista negra de sectores en los que limita la inversión y además se eliminarán los "obstáculos sistemáticos" que dificultan la correcta asignación de activos.
Xi anunció además que el país incrementará su volumen de importaciones y reducirá los aranceles a la compra de vehículos extranjeros y de otros productos procedentes del exterior, con el objetivo de equilibrar su balanza comercial que acusa un elevado superávit.
Poco después la directora gerente del FMI recomendaba a Xi acabar con la fractura digital, regulatoria y de innovación para proseguir con éxito la apertura de su economía.
Christine Lagarde ha felicitado al presidente chino Xi Jinping por su voluntad reformista. Destaca que la protección de derechos de propiedad intelectual contribuirá a que el progreso se haga realidad. También se ha referido a los problemas regulatorios y pide eliminarlos para evitar riesgos sistémicos, como por ejemplo con las Fintech. Lagarde ha destacado que dos tercios de los robots del mundo se encuentran en esta región, sobre todo en Japón, Corea y China. Además defiende el libre comercio.