El vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, quiere convencer al Parlamento Europeo de respaldar una versión digital de la moneda común de 20 naciones. ¿Será realmente útil o es una pérdida de tiempo? Le hemos preguntado a Joaquín Robles, de XTB.
Lo comentamos con Joaquín Robles, de XTB.
Un euro digital, argumenta Dombrovskis, es esencial para que la UE no se quede "retrasada" en los pagos globales, las monedas digitales de marca privada y las versiones electrónicas del dinero del banco central.
Según la propuesta, el Banco Central Europeo tendría control sobre quién puede usar el euro digital, cómo se usará internacionalmente y cuánto pueden tener las personas al mismo tiempo.
Al mismo tiempo, el plan exige que una moneda europea digital tenga un papel internacional, como parte de los esfuerzos para apuntalar el euro como moneda de reserva mundial.
La privacidad, un escollo en el proyecto
Los políticos quieren proteger la privacidad del consumidor y el acceso continuo al efectivo físico a medida que avanza el proceso, mientras que el sector bancario quiere asegurarse de que no soportará una carga desproporcionada en los costos de transacción y los cambios en los patrones de consumo.
Para el experto de XTB, "la cuestión estará en cuánta gente va a estar dispuesta a transicionar al euro digital", si realmente será útil. En el corto plazo, en todo caso, va a tener un escaso potencial, considera Robles. "Quedan muchas preguntas por resolver".