Las plataformas digitales de reparto preparan la contratación de sus trabajadores con la entrada en vigor, hoy, de la "Ley Rider". Según los riders pro autónomos se calcula que 20.000 de ellos irán al paro en España.
Dicha ley, aprobada por el Gobierno no sólo afecta a las empresas sino también a las condiciones laborales de los empleados. Por eso, los repartidores se encuentran molestos y quejosos.
El directivo de la Asociación Autónoma de Riders, Sebastián Honorato, ha recalcado, aquí en Capital Radio, la importancia de que la sociedad entienda que esta ley se trata de "un plumazo ideológico" y que nunca fueron escuchados por el Gobierno.
Además, nos dice que el hecho de que las asociaciones no tengan personalidad jurídica ni el grado de agente social ha implicado que no se les tuviese en cuenta a la hora de tomar la decisión de instaurar esta ley.
Por ello, alega que se firmó de forma autoritaria, que no se aceptaron enmiendas y que se hizo un decreto por real necesidad de urgencia, que no pasó por la votación de diputados, por lo que "va a haber sangre y mucha gente parada".
Sebastián Honorato, expone su queja sobre la falta de intervención de los representantes de los repartidores a la hora de que el Gobierno tomase la decisión de imponer la "Ley Riders"
Se prevé que quedarán unos 10.000 riders en España
En este contexto, Honorato, explica que, en principio, las plataformas comunicaron al Gobierno y a la Ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz Pérez, que aproximadamente el 77% de los trabajadores contratados iban a estar en el paro.
"Esto supone que, de los 30.000 riders que hay en nuestro país, como mucho quedaremos trabajando unos 10.000 y el resto iremos a la calle".
Sebastián Honorato, directivo de la Asociación Autónoma de Riders
Impacto en los trabajadores
Además, nos expone que la principal problemática es que al existir un exceso de oferta, las empresas realizan contratos temporales muy cortos y esto conlleva la bajada del precio del trabajo.
En suma, reclama la atención del Gobierno y de Yolanda Díaz para que intervengan en este asunto a regular que han obviado.
"Desde hace años, lo primero que se le pidió al Gobierno fue que interviniese en el tema de ponerle coto al precio del trabajo y así de alguna manera brindarle seguridad al usuario, que no es lo mismo que ponerlo asalariado".
Y aclara:
"Digo seguridad, porque una persona con 550 euros en nómina, en un todo incluido, desde vacaciones proporcionales hasta el finiquito, cobrando mes a mes o cada 15 días, imagínese que clase de seguridad se puede tener... Eso lleva a la precariedad más profunda del trabajador".
"Si queremos tener un trabajo en condiciones tenemos que ganar lo suficiente y ni el Gobierno ni nadie ha puesto manos en el asunto, aun siendo el problema principal".
Por otro lado, nos transmite que, a pesar de cambiar el modo de contrato y convertirse en "asalariados", el vehículo va a seguir siendo del propio repartidor, ya que no los contratan para hacer un trabajo, sino que es de "un vehículo con chófer".
Glovo
La plataforma Glovo, por su parte, nos ha retransmido el rider, que exclusivamente contratará a un 20% de los trabajadores, aunque ellos calculen que algo menos y que todavía no conocen la asignación de pedidos que le corresponderán al "asalariado".
También, nos cuenta que, actualmente, están recibiendo el contrato de los términos y condiciones que va a imponer la aplicación y que de alguna manera les coacciona a renunciar cualquier tipo de reclamación legal que se pueda hacer en un futuro.
Sebastián Honorato, directivo de la Asociación Autónoma de Riders
Deliveroo
Con respecto a la compañía Deliveroo, nos la plantea como una plataforma con una línea muy clara de cómo trabajar y que, de hecho, según su criterio, ha sido la que más se ha acercado a la sentencia del Tribunal Superior con respecto a la autonomía. Considera que lo único que han echado en falta es el poder negociar el precio, ya que en el resto dice tener total libertad.
En el lado más negativo, nos cuenta que la compañía ya ha comunicado que 4.000 personas van ser despedidas. No obstante, este se muestra, dentro de lo posible, de acuerdo con la decisión.
“Se, perfectamente, que la compañía tiene buenas intenciones de indemnizar como corresponde a los empleados".