El Banco Central Europeo (BCE) ha anunciado hoy una nueva reducción de los tipos de interés en 25 puntos básicos, situando la tasa de depósito en el 2,25%. Este movimiento marca el séptimo recorte en el último año y responde a las crecientes tensiones comerciales y a la desaceleración económica en la eurozona.
La decisión se produce en un contexto de incertidumbre global, impulsada por la guerra arancelaria iniciada por Estados Unidos, que ha afectado negativamente al comercio internacional y al crecimiento económico en Europa. En particular, Alemania ha visto reducidas sus previsiones de crecimiento del 0,8% al 0,1% para este año.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha señalado que, aunque la inflación se mantiene cerca del objetivo del 2%, los riesgos para la estabilidad económica persisten debido a las políticas comerciales impredecibles y a la apreciación del euro. En su conferencia de prensa, Lagarde enfatizó que las decisiones futuras del BCE dependerán de la evolución de los datos económicos y de las condiciones del mercado.
Impacto en los mercados
Este recorte de tipos también ha tenido un impacto directo en los mercados financieros y en los consumidores. En España, por ejemplo, los intereses de las nuevas hipotecas han descendido del 3,9% al 2,9%, convirtiéndose en uno de los más bajos de la zona euro.
Con esta medida, el BCE busca estimular el consumo y la inversión en la eurozona, en un esfuerzo por contrarrestar los efectos negativos de las tensiones comerciales y apoyar la recuperación económica del bloque.